Tras las inquietantes imágenes de efectivos de la policía bonaerense rodeando la residencia presidencial de Olivos, dirigentes santafesinos de todo el arco político salieron a cuestionar la protesta, que trascendió las demandas corporativas y se internó en un terreno pantanoso.
La senadora María de los Angeles Sacnun expresó a La Capital su repudio absoluto a los hechos, que constituyen a su entender “un alzamiento contra las autoridades constituidas por la Constitución Nacional”.
“Más allá de que el reclamo salarial sea legítimo, es muy preocupante que usen sus armas para rodear la quinta, más cuando tanto el presidente como el gobernador se han mostrado abiertos al diálogo —dijo la senadora—. Tenemos grabados en la memoria reciente este tipo de acontecimientos”.
En Juntos por el Cambio (JxC) plantearon posiciones diversas. Por caso, el diputado nacional Federico Angelini se desmarcó de la movida. “Estoy en contra. No es el camino”, afirmó a este diario el vicepresidente a nivel nacional del PRO.
Sin embargo, cerca del mediodía el bloque de diputados nacionales del radicalismo envió un parte de prensa, titulado “La UCR pide respuesta inmediata del gobierno a los reclamos de la policía”, que contenía declaraciones de distintos legisladores, en el que no se hacía referencia a la modalidad del reclamo de los uniformados.
De hecho, Gonzalo del Cerro dijo: “La liberación de presos por la intervención del gobierno nacional en la Justicia es la razón más importante del malestar en la policía bonaerense. Se agregan como circunstancias coadyuvantes, salarios, estrés por la pandemia y la obligada inacción en el control del desorden”.
No obstante, sobre la tarde rectificó su posición: “No estoy apoyando ninguna insurrección ni movimiento antigubernamental, que repudio. Pero no dejaré de opinar sobre aspectos de la política de seguridad que provocan desórdenes en la ubicación de los poderes”. Y agregó: “Aquello que es inaceptable y posterior a mis primeras consideraciones es manifestarse en Olivos, la respuesta gremial es en La Plata”.
El diputado nacional del bloque Socialista Enrique Estévez dijo que se trató de una actitud inadmisible en democracia y que debería vehiculizarse a través de los canales institucionales previstos.
“Cuando tuvimos en Santa Fe situaciones similares en 2013 convocamos institucionalmente a una mesa de análisis de la situación laboral de los trabajadores de la seguridad con participación de representantes no sindicalizados de la fuerza. Fue un hecho positivo, se encontró un cauce para las demandas”, expresó Estévez.
En tanto, el diputado nacional Luis Contigiani, perteneciente al bloque Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), resaltó que, “más allá de la legitimidad del reclamo, por un principio republicano, ninguna fuerza de seguridad puede medir fuerzas ante un cualquier gobierno democrático”.
Luego indicó que se trata de un momento muy complejo del país y que el sistema político debería practicar en serio el diálogo. “La democracia argentina debería mirarse en dos espejos: el de Perón y Balbín, y el de Alfonsín y Cafiero —sugirió Contigiani—. Es clave para recomponer el tejido social y político, la situación del país es muy delicada”.
Quince días atrás, el ex presidente Eduardo Duhalde alertó sobre un posible golpe en la Argentina. La semana pasada, durante la polémica sesión en Diputados, el presidente de la Cámara, Sergio Massa, recibió amenazas telefónicas. Y el lunes los policías bonaerenses se movilizaron a la casa del gobernador Axel Kicillof. Como si fuera poco, ayer una persona arrojó una bomba molotov a la quinta presidencial.
¿Se trata de una protesta corporativa que se le fue de las manos a sus impulsores? ¿O está fogoneada por otros actores políticos y otras esferas del poder? Estévez y Contigiani evitaron responder, pero Sacnun subrayó: “No creo que hayan sido casualidad las distintas manifestaciones que se han producido”.
Perotti, Javkin y el PS
En tanto, el gobernador Omar Perotti afirmó vía Twitter: “En plena vigencia de las instituciones democráticas es inaceptable que las fuerzas policiales estén rodeando la quinta presidencial”.
A su vez, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, aseguró: “Todos los reclamos son válidos y merecen atención, pero Raúl Alfonsín nos enseñó que la democracia no debe admitir extorsiones”.
Paralelamente, el Partido Socialista (PS), que conduce Antonio Bonfatti, resaltó su “compromiso con las instituciones democráticas”.