Las conducciones de la CGT y las dos CTA pidieron hoy al Senado que apruebe la modificación del
impuesto a las Ganancias que la oposición parlamentaria logró sancionar en la Cámara de Diputados, con el objetivo de terminar con la "confiscación del salario" que representa el tributo para los salarios de nivel medio-alto.
Al respecto, Héctor Daer ratificó hoy en la reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Alta el reclamo sindical y apuntó: "Nosotros creemos que ningún trabajador incluido en el convenio colectivo de trabajo debe tributar
ganancias".
Daer -quien comparte el "triunvirato" cegetista con Carlos Acuña (trabajadores de estaciones de servicio) y Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento)- recordó que, desde su unificación en agosto, la CGT planteó "la necesidad de discutir este tema que afectaba a 1.700.000 trabajadores", pero el Gobierno no consultó a esa central al respecto.
El sindicalista de la Sanidad, y a la vez diputado nacional del Frente Renovador, insistió en que el impuesto a las Ganancias es "injusto" para los trabajadores y marcó que "de no haber sido por esta alternativa" que votó Diputados "hubiera involucrado a 2 millones y medio de trabajadores" la propuesta enviada por el Poder Ejecutivo.
Por su parte, Acuña (el otro integrante presente) recordó que, en los últimos doce años, la CGT ha planteado la situación generada por el impuesto y "hubo un compromiso de todos los candidatos a Presidente a terminar" con el tributo, incluido Mauricio Macri.
El gremialista se quejó de que el proyecto enviado por el Palacio de Hacienda a la Cámara Baja se hizo "sin la opinión de los que ponen la plata, los trabajadores" y desechó las quejas de los gobernadores, que alertan sobre el recorte de los recursos provinciales, cuando dijo que "tuvieron más de un año para ver cómo iban organizándose" para cubrir el bache que se produciría en sus ingresos.
En tanto, el camionero Pablo Moyano, quien integró la delegación cegetista, pidió a los senadores cumplir "lo que dijo el Presidente en la campaña" y lamentó que Macri "ojalá hubiera tenido la misma rapidez y la misma sensibilidad con los trabajadores" que mostró "cuando sacó las retenciones al campo y a las mineras".
Guillermo Pereyra, en su doble rol de senador nacional por Neuquén del MPN y titular del gremio de petroleros privados, defendió el proyecto aprobado por Diputados y remarcó que Ganancias es "el desfinanciamiento de los trabajadores a través de esto que es la confiscación de los salarios, nada más ni nada menos".
En tanto, el jefe de la CTA-Autónoma, el estatal Pablo Micheli, sostuvo que su espacio tiene "la posición de todas las centrales sindicales de todo el país" al señalar que "el impuesto al salario debe ser eliminado", pero pidió, en las actuales circunstancias, a los senadores que "voten el proyecto que ha venido de la Cámara de Diputados, que no es el que nosotros quisiéramos".
Asimismo, acusó al gobierno de haber abierto "este tema y ahora reniega" y apuntó que el Ejecutivo "se la pasa amenazando con la billetera y copiando un modelo político que criticó. O es el proyecto del Poder Ejecutivo o no se trata nada", para luego señalar "la democracia no es seguidismo ni verticalismo", para luego advertir: "No puede ser que los dos proyectos que apoyamos las centrales sindicales el presidente los termine vetando".