El secretario de prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Mario Caligari, informó ayer que su gremio no se sumará a la marcha del 21 de febrero contra la política del gobierno convocada por el sindicato de Camioneros.
El secretario de prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Mario Caligari, informó ayer que su gremio no se sumará a la marcha del 21 de febrero contra la política del gobierno convocada por el sindicato de Camioneros.
"Todos los que vayan a la movilización van a poder regresar a su casa normalmente porque nosotros vamos a trabajar. No participaremos porque es una movilización de Camioneros que me parece muy bien", dijo al fundamentar su negativa a sumarse a la convocatoria.
Caligari evitó inmiscuirse en la polémica entre el gobierno y Moyano. "Esto no es un partido de fútbol, un River-Boca. A mí me parece que el camino es el diálogo, llegar a los arreglos a través del diálogo", indicó el dirigente aunque cuestionó que "a veces nos encontramos que hay gente con responsabilidades de decisiones que no escucha".
"No hay peor sordo que el que no quiere escuchar", agregó en alusión a políticas implementadas desde el oficialismo, y puso como ejemplo que "hay decisiones que toma el gobierno que nosotros tampoco compartimos y otras que podemos llegar a compartir".
Además, Caligari anticipó que la UTA comenzarán a partir de marzo las negociaciones por la paritaria sectorial, que incluye a los choferes de micros de corta, media y larga distancia y sugirió, en este sentido, que el gremio no pedirá menos del 20 por ciento de aumento salarial.
Adhesión de gremios locales
Distintos gremios y centrales obreras locales adhirieron a la movilización del 21 en Buenos Aires. La decisión fue tomada en un plenario realizado en la sede rosarina del Sindicato de Camioneros, con la presencia de la Corriente Federal de Trabajadores, la mayoría del consejo directivo de la CGT, la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, sectores de la izquierda y organizaciones vinculadas a la Iglesia.
En el cónclave se resolvió convocar "a una gran movilización de los trabajadores para el próximo 21 de febrero. A la marcha se suman los movimientos sociales y representantes de la pequeña y mediana empresa", comunicaron los gremios.
Entre los principales reclamos se exige el fin de los despidos en el sector público y privado, la solidaridad con todos los trabajadores en conflicto y la inmediata reincorporación de los trabajadores afectados. La protesta demanda el cambio de rumbo de las políticas del gobierno, el rechazo a la reforma previsional y laboral, entre otros reclamos.
El secretario general de la Festram (sindicatos municipales), Claudio Leoni, repudió "las operaciones del gobierno para desprestigiar la protesta del movimiento obrero y en definitiva tapar el malestar de los trabajadores intentando el desprestigio de sus dirigentes".