Tal vez por aquello de "mejor no hablar de ciertas cosas", la mesa directiva del comité nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), en su reunión de ayer, se dedicó "a poner en marcha los procedimientos reglamentarios con vistas a la elección nacional del 14 de agosto". Otra vez quedaron frustradas las expectativas del socialismo en el sentido de escuchar de parte de los radicales alguna manifestación concreta acerca del ahora ya casi definitivamente muerto proyecto de acuerdo Alfonsín-Binner.
Al cabo, la actitud radical de ningunear el tratamiento del tema "socialismo" en su reunión de una treintena de dirigentes de todo el país en la sede del comité nacional de la calle Alsina fue previsible, de manual. El acuerdo ya está roto, y sólo resta rematarlo. Así como el PS, en su reunión de comisión de acción política -el último sábado- evitó pronunciamientos explícitos y trató de no mostrarse como el ejecutor final de la ruptura, la UCR ni siquiera le dio tratamiento formal al tema, y anunció de manera difusa, "para la semana que viene", un nuevo contacto entre las direcciones de ambos partidos.
Lo que sí buscó medir y procesar el radicalismo ayer en su mesa nacional, fue hasta qué punto la decisión tomada de arreglar con Francisco De Narváez produce ruido o disconformidad hacia el interior del partido que fundó Leandro Alem. Según pudo chequear LaCapital, los rebeldes al acuerdo con el Colorado no son pocos, pero han quedado en minoría. Por lo tanto, "la recomendación para la alianza", que ratificará o rechazará la convención partidaria de la provincia de Buenos Aires el próximo 11 de junio, quedó ayer ratificada.
La conducción del operativo para acordar con De Narváez está en manos del titular del partido, Angel Rosas, y de los jefes parlamentarios Ricardo Gil Lavedra y Gerardo Morales. Muy avezados, los jugadores del radicalismo, no le regalarán al gobernador santafesino el escenario político del "expulsado" del acuerdo, para que lo utilice a su favor, victimizándose. Todo lo contrario: lo que se verá en los próximos días, una y otra vez, serán amables invitaciones a que el PS se sume al novedoso acuerdo, incluso de la respetuosa boca del propio De Narváez.
El juego. Sin embargo, todos juegan el juego de dilatar hasta el final, sabiendo íntimamente cómo será el desenlace, y poniendo en marcha la difícil tarea del "control de daños".
En el radicalismo, algunos están directamente ofendidos con la actitud "dura", anti-De Narváez, que tomó el socialismo. "Con todo respeto, creo que estos muchachos no pueden hacernos un ADN ideológico a nosotros. Si empezamos con eso, terminamos en cualquier parte. ¿Qué hacemos, por caso, aliados con el PDP de Santa Fe, un partido que apoyó a Videla y nunca se arrepintió?", decía ayer un hombre del radicalismo en pleno hall de ingreso al edificio histórico de Alsina casi Callao.
Por lo demás, los radicales juran y perjuran que "el acuerdo es distrital y que De Narváez no nos pidió nada". "¿Vos viste que haya pedido «entreguen el escudo», «entreguen el edificio del comité nacional»?", en referencia al exacto sitio dónde se produce esta conversación.
Mientras tanto, y luego de la reunión del radicalismo, ayer Ricardo Alfonsín -quien no participó- hizo saber que estará el sábado en Mar del Plata en un plenario de Unión Celeste y Blanca, el agrupamiento político de De Narváez. Además, Ricardito difundió la siguiente frase por redes sociales: "Que los nombres propios no sean una excusa para no enfrentar a un adversario que de vencer en octubre agravará los problemas y alejará las soluciones", le pidió al socialismo, sin mencionarlo.
A escasos 200 metros de la sede nacional de la UCR, mientras sesionaban los radicales, también lo hacían ambas Cámaras del Congreso de la Nación. Allí, los diputados del PS muy cercanos al gobernador santafesino reconocían ante este cronista que se acercan momentos cruciales para el partido. No ya en torno al (des) acuerdo con la UCR, un tema asumido por todos, sino en torno al dilema que de manera sorpresiva hoy aflige al partido de la rosa. ¿Asumirá o no una candidatura a presidente Hermes Binner?.
Nadie arriesga nada, la incógnita es total, y son todas especulaciones, según quien las formule.
Primer acto
El candidato presidencial por la UCR, Ricardo Alfonsín, compartiría el próximo sábado en Mar del Plata la primera actividad con Francisco De Narváez, que terminará por cerrar el pacto distrital. La intención es que Alfonsín realice una visita a la reunión para dar por cerrado el capítulo de las gestiones con el peronista disidente y así consolidar el acuerdo.