Acompañada por todo su gabinete, gobernadores e intendentes, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, encabezó el tedeum por el 25 de mayo en la Basílica de Luján en la ciudad de Buenos Aires. La primera mandataria optó por no concurrir a la tradicional celebración que se realizará en la catedral metropolitana, porque, tal como reconoció días atrás, la primera licitación de obra pública lanzada por el gobierno de su marido ,en 2003, fue la de la restauración del templo ubicado en Luján.
La jefa de Estado arribó a la Basílica minutos antes de las 12 -acompañada por el gobernador bonaerense Daniel Scioli-, firmó el libro de visitas y recorrió las obras de refacción del templo que se hicieron con fondos del gobierno nacional. El tedeum es oficiado por el arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani.
Antes, la presidenta recorrió las obras de restauración de la Basílica Nuestra Señora de Luján, antes de participar del tradicional tedeum del 25 de Mayo, que fue oficiado por el arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani. Realizó la recorrida poco antes del mediodía junto al arzobispo y por el secretario general de la Presidencia, Eduardo "Wado" de Pedro, oriundo de la ciudad de Mercedes.
La presidenta había anunciado días atrás que quería estar en Luján "como un símbolo de lo que hemos logrado, en estos doce años felices y tristes al mismo tiempo", y añadió: "La vida es así, ni todo es tristeza, ni todo es felicidad, si no, no sería vida; y, además, porque ¿Si no tenés felicidad, cómo te das cuenta cuando estás triste? Así que, bueno, vamos a estar allí este 25 de mayo".
Se trata de "la licitación N 1", que se realizó en 2003, cuando el ex presidente Néstor Kirchner decidió iniciar los trabajos de su restauración de la basílica, luego de la que la cruz principal se hubiera desplomado en 2000.
Durante la inauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner, la presidenta había recordado que “la terminamos de restaurar, de reconstruir, este año 2015, a 12 años de que él le contara a los argentinos que tenía un sueño, que era el sueño de ver una Argentina levantada, reconstruida en la cual pudiéramos mirarnos a los ojos".
Sobre la cruz enterrada, la Presidenta recordó que "cuando llegamos al gobierno, todavía estaba allí enterrada; nos tocó desenterrar esa cruz y muchas cruces más y nos dedicamos a restaurar esa Basílica, que van a poder ver todos los argentinos totalmente terminada este 25 de mayo".
Las obras, que significó una inversión total de 158.076.540 pesos, incluyeron, además, de la remodelación de la basílica, la restauración del Descanso del Peregrino y la limpieza de la fachada principal y de las torres de la histórica catedral.