Con paridad casi absoluta, Juntos por el Cambio (JxC) y otros bloques pequeños aliados y opositores al Frente de Todos (FdT) consiguieron emitir dictamen de mayoría, con 58 firmas contra 57 del oficialismo, y llevará al recinto de Diputados el debate sobre una modificación profunda en el instrumento de votación: la creación de la boleta única de papel (BUP) en reemplazo de la tradicional boleta partidaria (BP, también de papel) con que los argentinos votan desde hace más de cien años.
El cambio que propone casi toda la oposición unida (sin incluir, entre otros, a la izquierda del FIT) implicaría el fin de la boleta BP, que los argentinos escogen en el cuarto oscuro, colocan dentro de un sobre y luego en la urna, por un sistema similar al que ya se usa en la provincia de Santa Fe: el de marcar un casillero junto a la foto del candidato elegido, en una plancha de papel de grandes dimensiones donde se incluyen nombres de los primeros candidatos de todas las agrupaciones políticas en competencia.
La asociación de la casi totalidad de la oposición cuenta con el número ajustado de voluntades necesario (129 votos) para conseguir la media sanción en la Cámara baja. La expectativa ahora estará puesta en la sesión especial que deberá convocar para su tratamiento.
El oficialismo, por su parte, se mostró sin fisuras y firmó un dictamen de rechazo con una rúbrica menos. Por lo demás, los dos referentes principales del FdT, el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner, ya adelantaron que intentarán impedir la aprobación de la BUP. En el Senado, todo indica que, en el caso de prosperar la media sanción de Diputados, la configuran de mayorías y minorías (también ajustada) es favorable al FdT.
Argumentos
“Los santafesinos, que hace mucho votamos con la BUP, sabemos que es un sistema más eficiente, más ecológico y más democrático porque reduce la necesidad de contar con un aparato político a la hora de las elecciones”, explicó a La Capital uno de los impulsores de la BUP, el diputado Luciano Laspina (JxC). Luego agregó: “Celebramos que se de un debate que teníamos que dar hace mucho, es más moderno”.
“La discusión más de fondo que plantea el oficialismo, en relación a que la BUP tiende a fragmentar más el sistema partidario, creemos que se resuelve fortaleciendo los partidos políticos. No es responsabilidad de sistema de votación y, de última, la que define es la gente. Y darle más poder a la gente nunca puede ser malo”, agregó el rosarino en un intermedio del plenario de las comisiones de Asuntos Constituciones, Justicia y Presupuesto, que ayer fue el escenario en el que se escucharon las últimas exposiciones y se presentaron los dictámenes.
Respecto de la crítica oficialista en el sentido de que la BUP promueve la emergencia de candidatos ajenos a la política, y por sobre las estructuras partidarias, Laspina analizó: “Sin hacer juicios de valor, tanto (los senadores) Marcelo Lewandowski como Carolina Losada surgieron, en principio, de la boleta sábana (tradicional) y, en los casos de algunos concejales de Rosario (conocidos de los medios de comunicación), hay que decir que fueron los partidos políticos los que los fueron a buscar, y no al revés”.
En tanto, el titular del bloque del FdT, el también rosarino Germán Martínez, presente en el plenario de comisiones por la BUP, explicó La Capital que el oficialismo rechaza la avanzada opositora “porque juntaron las voluntades, votaron un emplazamiento con fecha límite para el debate, armaron una negociación y dictamen por fuera de los plenarios, sin permitir debatir sobre las posibles consecuencias que tendría un cambio del instrumento electoral de esta magnitud”.
Martínez recordó que la oposición necesitará juntar primero el quórum para sesionar y luego los 129 votos afirmativos, la mayoría agravada (absoluta) necesaria para legislar cuestiones electorales.
En el FdT interpretan que la oposición encontró en Diputados el tema de la BUP como un punto de coaligar voluntades para, eventualmente, superar al oficialismo por la mínima diferencia y así constituir un clima de mayoría política que, de todos modos, encontraría un límite en el Senado.
En especial, al confirmarse la posición del diputado Diego Sartori (Frente de la Concordia Misionero, firmó el rechazo con el oficialismo), que abre una pista concreta sobre la actitud que podría tomar su coterránea en el Senado Magdalena Solari Quintana, quien en el caso de tomar similar posición que Sartori, aleja aún más las chances de la BUP en la Cámara alta.
Martínez rechazó la actitud del conglomerado opositor: “Nos trajo a los empujones a este plenario sin permitirnos el tiempo necesario de discutir los problemas evidentes de la BUP santafesina, sus costos reales y las distorsiones en el sistema de partidos políticos”.
Más polémica
Otra controversia fuerte que se dio en el plenario por la BUP fue sobre los nombres de los candidatos que figuran (y los que no figuran) en la boleta que marcan los electores.
Según el proyecto opositor, la boleta podría tener lugar para nominar a los primeros cinco candidatos. “Hemos optado por la cantidad de cinco nombres en la elección general (no en las Paso) y eso va a permitir que veinte provincias tengan su oferta electoral completa”, explicó la diputada Silvia Lospennato (JxC) y miembro informante del proyecto.
Ese argumento fue rebatido por la porteña Myriam Bregman (FIT), quien abundó: “El problema es que en las otras cuatro provincias (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Caba), las más grandes del país, vota el 61 por ciento del padrón nacional. O sea que seis de cada diez argentinos votarían una lista donde no figuran los nombres completos de todos los candidatos elegidos”. En esos cuatro distritos se eligen entre nueve y 35 diputados cada dos años y sólo figuraría el nombre de los primeros cinco.