Llegado abril, los pasillos del Palacio Legislativo sólo acumulan silencio. Apenas interrumpido por el sonido de las pisadas, esporádicas, de algún empleado administrativo. "Cambiemos pretende cerrar el Congreso", braman desde la oposición kirchnerista, y desde el Frente Renovador. Desde el 1º de marzo —sesión de apertura del año— el oficialismo paralizó la actividad. "No convocan a las comisiones, ni a las sesiones, está (Cambiemos) queriendo paralizar todo", definió ayer Agustín Rossi, jefe del bloque del FpV, ante La Capital.
Pasado un mes, la oposición reaccionó, y articuló una sesión especial. Para discutir una larga lista de 33 proyectos, con algunos destacados: exención del pago del impuesto a las ganancias para jubilados, y las declaraciones de emergencia alimentaria y tarifaria, en todo el país. Hoy se concretaría desde las 11.30, siempre que el número mágico, 129, pueda ser reunido. Y que no haya faltazos de última hora. "Creo que llegamos", comentó Alejandro Grandinetti (Frente Renovador) a La Capital, en su despacho del piso 12 del edificio anexo. "Ojo que ellos (oficialismo) también juegan, nunca hay que descartar alguna picardía", advirtió el rosarino.
La sesión especial será boicoteada, en este caso, por Cambiemos. Nadie del bloque amarillo se sentará en sus bancas hasta que no surja el quorum. Luego sí, bajarán los más de 100 diputados de la coalición gobernante.
Con todo, los temas en danza atravesarán una dificultad adicional, no cuentan con dictamen de sus respectivas comisiones. El pleno en el recinto, una vez puesta en marcha la sesión, los puede abordar, debatir, y ponerlos a consideración para su votación. Aunque sin dictamen de comisión, sólo una mayoría agravada (dos tercios de los presentes) podrían darle media sanción. La oposición unida no llega a tanto. Dos tercios no es una mayoría alcanzable, en general, para ninguna oposición parlamentaria.
Mientras tanto, en el tercer piso del Palacio, el diputado Rossi, que recibió ayer a La Capital, intercalaba momentos sentados en su escritorio, y otros caminando por su amplísimo despacho, mientras explicaba el plan político de su fuerza, para hoy.
"Cambiemos congeló todo, y nos obliga a funcionar con una sesión especial, y al menos, dar el debate para que la sociedad vea donde está parado cada sector político", explicó el rosarino.
A la sesión especial se le sumará otra incomodidad al oficialismo: la marcha callejera que impulsan todos los sectores sindicales, que hará una parada en Diputados, para entregar una serie de proyectos que pretende impulsar.
Mientras tanto, en Cambiemos oscurece el panorama político, y se agudiza el debate entre sus socios principales, el PRO y el radicalismo. "¿Es el peor momento para el oficialismo?", consultó este cronista al diputado Rossi; "es un mal momento para Cambiemos, pero no el peor. Lo peor todavía no llegó", anticipó el rosarino, precandidato a presidente por el peronismo kirchnerista.
Deuda de San Luis
El ministro de Hacienda , Nicolás Dujovne, recibió al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, con quien comenzó a negociar la forma en que la Nación pagará unos $ 15.000 millones que le adeuda a la provincia, en concepto de fondos coparticipables. El caso es muy parecido al de Santa Fe, que reclama $ 54.000 millones.1