La movilización contra las políticas del gobierno nacional denominada 18A, realizada el jueves pasado, aceleró las conversaciones entre dirigentes de la oposición para conformar alianzas para enfrentar al kirchnerismo en las elecciones legislativas del 27 de octubre próximo.
A diferencia de los tres anteriores, de este último cacerolazo en contra de la administración de Cristina Fernández sí participaron los opositores y los dirigentes se mostraron en los medios de comunicación del Grupo Clarín buscando capitalizar el reclamo ciudadano.
De las reuniones que mantuvieron y de las fotos que se sacaron en los últimos días se distinguen dos grandes bloques políticos que podrían devenir en alianzas electorales: uno en el que se cuentan sectores del peronismo, el sindicalismo y el macrismo; y otro que tiene como espacios más fuertes al Frente Amplio Progresista (FAP) y al radicalismo.
De todas maneras, los armados están en ciernes y, de concretarse, no serían uniformes en el país, sino que variarán según el distrito electoral.
Por caso, las conducciones bonaerenses del FAP y de la UCR se reunirán hoy en la sede del comité nacional del Partido Socialista, en Entre Ríos 1018 de la Capital Federal, para comenzar a pulir diferencias para arribar a un acuerdo electoral en el principal distrito electoral del país.
El objetivo es unir en una misma lista a diputados nacionales a Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, como ocurrió en 2009 y en las mismas condiciones: el radicalismo yendo detrás de los candidatos del FAP.
Si bien el acercamiento a la UCR genera algunos chispazos en el FAP, la intención de la conducción es abrir el frente a otras fuerzas e incluso ampliar las conversaciones luego a Proyecto Sur y la Coalición Cívica.
En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, también hoy dirigentes del partido de Fernando Pino Solanas, Proyecto Sur, de la Coalición Cívica (del sector carriotista) y del FAP anunciarán un frente electoral, y voceros partidarios no descartan la presencia en ese lanzamiento de la diputada Elisa Carrió.
"En la Capital mi compromiso es que los tres senadores sean de la oposición, y en eso estoy trabajando; sólo deseo una banca de diputada para mantener mi lucha de siempre", afirmó ayer Carrió (quien también llamó a no permitir que el Congreso sesiones, en una clara posición antidemócratica), en declaraciones a un matutino.
De todas maneras, en este espacio las cosas no parecen estar aún muy claras, en vista de que el diputado Alfonso Prat Gay y la senadora María Eugenia Estenssoro, ambos representantes de la CC por el mismo distrito electoral, se muestran junto a Libres del Sur y la UCR, que causa resistencia entre algunos dirigentes.
El líder del FAP, Hermes Binner, que participó del cacerolazo, manifestó ayer que "cada propuesta política debe tener su programa, su coherencia ideológica" y abogó por "conformar una oposición responsable que acuerde políticas de Estado (ver aparte)".
El peronismo opositor. El otro posible bloque opositor a conformarse es el que tiene como referentes al exministro de Economía Roberto Lavagna; al gobernador de cordobés, José Manuel de la Sota; al líder de la CGT opositora, Hugo Moyano; y al diputado Francisco de Narváez, entre otros.
De la Sota ratificó que está "encontrando coincidencias" con De Narváez, "forjando un espacio de unidad peronista", que incluye a Lavagna y Moyano.
En este posible frente también confluirían dirigentes tales como el sindicalista Luis Barrionuevo (líder de los gastronómicos y de la otra CGT opositora, la Azul y Blanca), la diputada Claudia Rucci y el intendente de Malvinas Argentinas, Jesus Cariglino.
La gran figura no confirmada en este eventual armado electoral es el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que, en cambio, intenta federalizar la estructura de su partido, el PRO, mediante acuerdos particulares con dirigentes provinciales del radicalismo, el peronismo y el campo.
El mandatario porteño, sin embargo, ratificó ayer en declaraciones a un matutino que en su partido están "siempre dispuestos al diálogo con el resto de la oposición para buscar consenso".
"Nuestra fuerza tiene vocación frentista porque creemos que, si nos unimos, vamos a poder sacar el país adelante", dijo Macri.