El canciller Héctor Timerman aseguró ayer que mientras "la voz de todos los pueblos del mundo expresada en Naciones Unidas apoyaron una vez más a la Argentina" en la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, "una vez más la posición del Reino Unido es el silencio, la ausencia y el desinterés a una resolución pacífica".
Timerman resaltó que "no hay un solo país de Naciones Unidas que se siente en el Comité de Descolonización y respalde la negativa del Reino Unido a una solución pacífica de esta controversia".
"El abrumador respaldo al llamado a negociar es desoído sistemáticamente por el lado británico dada la asimetría de poder entre las dos partes de la disputa", afirmó el canciller, reafirmando que no es posible "permitir un doble estándar en el respeto del derecho internacional que a todos nos obliga y nos protege".
A pesar de la convocatoria, el Reino Unido "una vez más se ausenta de este debate poniendo en claro que para él las Naciones Unidas sólo sirven cuando atiende los intereses que le son importantes para ellos", aseguró Timerman una vez concluida la reunión.
En ese marco, el Comité Especial de Descolonización aprobó ayer una nueva declaración por consenso y aclamación que expresó su "interés" en que sean reanudadas las negociaciones bilaterales con el Reino Unido para encontrar una solución "pacífica, justa y duradera" al conflicto.
El jefe de la diplomacia argentina destacó el "apoyo una vez más de las voces de todos los pueblos del mundo expresadas aquí", y el hecho de que "una vez más la posición del Reino Unido es el silencio, la ausencia y el desinterés a una resolución pacífica".
Del encuentro, que contó además con la participación de Marcelo Vernet y Alejandro Betts, en calidad de peticionarios, Timerman sostuvo que Argentina "no permitirá la expoliación de los recursos naturales del Mar Argentino", la cual es "inconsulta y arbitraria" y "contraria al derecho internacional".
Según recalcó, el Reino Unido "depreda" los mares, "mantiene la base militar más grande, explota los recursos hidrocarburíferos, descuida el medio ambiente e intenta legitimar una visión neocolonial".
"No se puede permitir el doble estándar en materia de derecho internacional", resaltó el canciller, y enfatizó: "¿Cómo puede un país negarse a cumplir una postura reclamada 46 veces en las Naciones Unidas? ¿Qué derecho tiene el Reino Unido de pedir a otros países que se atengan a cumplir resoluciones de la ONU cuando ellos no las cumplen?".
Por la ausencia de los ingleses al encuentro, el ministro afirmó que el Reino Unido "ignora a este Comité" y lamentó no poder entregarles en persona a sus representantes "todas las resoluciones que han sido ratificadas por numerosos organismos internacionales que reconocen la soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas".
El titular de la Secretaría de Asuntos Relativos a Malvinas, Daniel Filmus, destacó el "amplio consenso que hubo de todas las naciones" del Comité, pero además "de otras que sin integrarlo vinieron a expresar su solidaridad y a decir que no puede ser que el año que viene se cumplan 50 años de la resolución de ONU que plantea que es imperioso" que ambos países se sienten a dialogar.
La embajadora argentina ante ONU, María Cristina Perceval, mencionó que "junto a las reiteradas resoluciones del organismo, cada vez más voces de la comunidad internacional le dicen a Gran Bretaña que no es con la prepotencia ni con la ausencia sino estando presentes en una mesa de diálogo y negociación como la cuestión de las islas Malvinas se debe tratar".
La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, resaltó el hecho de que "cada año se va reforzando la posición de Argentina", así como el "aislamiento de Gran Bretaña, que ni siquiera se presenta sino a través de los seudorrepresentantes kelpers, quienes tienen sólo para decir viejos argumento que hace más de 50 años fueron refutados por Naciones Unidas".
Este año tiene la particularidad, además, de que se cumple el 50 aniversario del Alegato de Ruda (1964), un acontecimiento clave en el desarrollo de la disputa sobre las islas australes ya que se trató de la primera vez que fueron expuestos en forma orgánica los fundamentos históricos y jurídicos del reclamo de soberanía argentina.
De ese documento, pronunciado por el delegado argentino José María Ruda, resultó la resolución 2.065, en la que la Asamblea General invitó a "proseguir sin demoras" las negociaciones entre las partes a fin de encontrar una solución pacífica al diferendo.
La comitiva argentina estuvo integrada por los senadores Rubén Giustiniani, Ruperto Godoy, María de los Angeles Higonet y Mario Cimadevilla, y por los diputados José Ciampini, Claudia Giaccone, Julio César Martínez, Patricia Bullrich, Lino Walter Aguilar y Alberto Emilio Asseff.