Los líderes del G20 acordaron en Buenos Aires un pacto mínimo en materia de inmigración, en el que asumieron el compromiso de trabajar al respecto en la próxima cumbre en Japón, según el documento final adoptado en el segundo y último día del foro.
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Los líderes del G20 acordaron en Buenos Aires un pacto mínimo en materia de inmigración, en el que asumieron el compromiso de trabajar al respecto en la próxima cumbre en Japón, según el documento final adoptado en el segundo y último día del foro.
"Tomamos nota de las políticas y tendencias anuales de migración y desplazamiento internacionales de 2018", indicó el punto 16 de la declaración firmada en la capital argentina, que afirmó que el tema será tratado "bajo la próxima presidencia".
La cuestión, una de las más polémicas de la cumbre, quedó así zanjada hasta la próxima cumbre de 2019 que será celebrada en la ciudad japonesa de Osaka.
En un lenguaje vago, el texto reconoce en el siguiente punto "la preocupación global" que suscitan los desplazamientos migratorios y el valor de las "acciones compartidas", pese al rechazo explícito de Estados Unidos a adherir a reglas globales de migración.
"Grandes movimientos de refugiados son una preocupación global con consecuencias humanitarias, políticas, sociales y económicas. Hacemos énfasis en la importancia de las acciones compartidas para enfrentar las causas de raíz de los desplazamientos y responder a las crecientes necesidades humanitarias", señala el punto 17.
Tema sensible en Europa, donde la crisis migratoria llevó al cierre de sus fronteras internas y externas en 2015, y en Estados Unidos por la política restrictiva del actual gobierno, la inmigración fue una vez fuente de tensión entre los mandatarios del G20 y quedo relegada de la agenda del G20.
"Esto es lo mínimo; no esconderemos nuestra decepción pero al menos tenemos algo", admitió un funcionario europeo citado por el diario británico The Guardian, quien argumentó que no decir nada sobre el tema hubiese podido suprimirlo definitivamente del programa.
Esta necesidad de consenso hizo que la declaración final no mencionara el Pacto sobre Migración de la ONU que se firmará en dos semanas en Marruecos.
Aunque el Pacto fue acordado en julio por todos los Estados miembros de Naciones Unidas con la excepción de Estados Unidos, desde entonces varios gobiernos han anunciado que no lo apoyarán. Al rechazo de Washington se sumaron también Hungría, Austria, Australia, Bulgaria, Israel, Polonia y la República Checa.El texto, que busca establecer un marco mundial para alentar la cooperación internacional en materia migratoria, será adoptado formalmente en una cumbre que se celebrará los días 10 y 11 de diciembre en la ciudad marroquí de Marrakech.