Con el inicio de una noche cerrada y en un marco de incertidumbre que intentó disiparse con la designación de Silvina Batakis como flamante ministra de Economía de la Nación, las repercusiones sobre la renuncia de Martín Guzmán se escucharon desde todos los sectores y arcos políticos.
La secretaria de Provincias del Ministerio de Interior y ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires cuando Daniel Scioli fue gobernador, reemplazará a Guzmán en el Ministerio de Economía. Así lo confirmó la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, promediando las 22 de ayer.
“Batakis es una reconocida economista que cumplió esa función en la provincia de Buenos Aires entre 2011 y 2015”, destacó la portavoz presidencial, quien anoche apareció fugazmente ante la prensa para dar una conferencia que se suspendió y en la que se iban a brindar más detalles.
El anuncio intenta darle tranquilidad a los mercados al contar con un recambio en un cargo clave, pero no termina de cerrar la fractura expuesta que sufre el Ejecutivo entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
De hecho, la figura del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, fue crucial en la negociación, cuando aún restan cerrar acuerdos dentro.
Batakis llega impulsada por Scioli, pero las versiones sobre un profundo recambio en el gabinete, con cambios y reducciones en las carteras de gobierno no tuvieron las nuevas designaciones en un organigrama oficial.
En medio de un domingo de especulaciones y críticas, fue el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien vaticinó que “el aislamiento político que va a sufrir (el presidente de la Nación) Alberto Fernández va a ser fenomenal” y abundó: “Habría que ver la conformación del nuevo gabinete, pero me parece que Alberto va a tener que vivir en Olivos”.
Sobre la renuncia del ex ministro de Economía, el hombre fuerte de la gestión de Néstor Kirchner dijo que su destino estaba sentenciado desde el comienzo de la gestión y acusó a Guzmán de responder a los intereses del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la embajada de los Estados Unidos. “Espero que el nuevo ministro de economía no sea personero de ningún interés económico”, deslizó en declaraciones radiales.
Desde otro lugar del abanico político, el diputado y precandidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, hizo su lectura de lo acontecido este fin de semana. “Mientras alardea por el crecimiento económico, Guzmán renuncia. Lo hace en el medio de una situación en la que la inflación crece de manera descontrolada, La solución requiere de coraje, la Argentina tiene coraje, pero ese futuro solo existe si es liberal”, sentenció para considerar que la designación de Silvina Batakis como flamante ministra de Economía. “Esto sin dudas es más de lo mismo”, reaccionó el legislador nacional.
También el diputado nacional José Luis Espert resumió el cuadro de situación según su óptica: “Se acaba de iniciar la segunda etapa de la octava crisis argentina en 60 años”, apuntó el economista.
La titular de Juntos por el Cambio, la diputada Patricia Bullrich, señaló: “La interna del Gobierno ha dado un nuevo paso en la disolución del Estado, cruzado por un conflicto del oficialismo donde ambos, presidente y vicepresidenta están destruyendo la Argentina. La guerra del peronismo no puede desviar nuestro objetivo de cambio”.
También hubo fuego cruzado del dirigente social Luis D’Elía al estimar que “Batakis es una gran persona, una gran economista y una gran técnica, porque de cara al 2023 ni Cristina ni Alberto llegan”, dijo para disparar con dureza contra la vicepresidenta: “Está tratando de mandarle señales al poder real, de horadar a Alberto; creo que quiere ser presidenta de la República y mostrarse confiable con el establishment para llevar adelante una política de ajuste y quizá de esta manera tenga un guiño para su situación judicial, que por estas horas le preocupa mucho”.
Asimismo mencionó que no cree que sea Cristina la única que quiera la renuncia del presidente, sino que detrás está también lo que denomina como el poder real.
“Ayer Cristina habló de terminar con el déficit fiscal, habló de cosas que tienen que ver en materia económica con la ortodoxia neoliberal. Jamás escuchamos a Cristina en esa línea”, recordó en declaraciones a un medio porteño.
Para D’Elía, hay un acuerdo entre el oficialismo y Juntos por el Cambio, “porque en definitiva Melconián es el Juntos por el Cambio, aunque no lo sea desde el punto de vista partidario. Hablo de ideología y de esta nueva Cristina que manda señales al poder. Cristina y (el ex presidente Mauricio) Macri coinciden que se tiene que ir Alberto y ella se haría cargo de una política económica de ajuste. ¿Qué tiene que hablar (Cristina) tres horas con Melconián?”, continuó.
Por su parte, la mesa nacional de Juntos por el Cambio reclamó a través de una carta pública “responsabilidad” al gobierno nacional. “El país y los argentinos, en especial las clases medias y bajas, están sometidos a un creciente deterioro económico y social por causa de las disputas internas del oficialismo, la inflación en aumento, la falta de insumos y combustibles que afectan a la producción y la inseguridad creciente, la tragedia educativa, entre otros problemas urgentes que requieren de un plan y decisión que hasta el momento el oficialismo no tuvo”, se afirmó en el texto.
El partido opositor exigió “máxima responsabilidad institucional y seriedad democrática, el cese en las peleas internas y poner todo el esfuerzo en resolver los problemas de los argentinos”.
En su epílogo, los dirigentes opositores consideraron que son “tiempos de templanza para todas las fuerzas políticas, sociales y económicas del país”.
El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y mentor de Martín Guzmán se refirió a la renuncia de su pupilo como ministro de Economía y defendió su gestión. “Sus profundos principios le imposibilitaron continuar en el cargo”, analizó el académico.
Ambos mantienen una admiración y respeto mutuo. El premio Nobel fue uno de los profesores de Guzmán en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), trabajaron juntos en escritos académicos sobre la reestructuración de la deuda. También Stiglitz dio un fuerte apoyo al plan del ahora ex ministro, particularmente en algunos desafíos trascendentes de la gestión como en el canje de la deuda y el acuerdo con el FMI.