El gobierno nacional insistió ayer con calificar de “disparate” la denuncia del fallecido fiscal federal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández y aludió a que se trata de una “maniobra del sector judicial” en un año electoral.
Mientras la presidenta sigue sin referirse en público a la denuncia contra ella y el canciller Héctor Timerman, entre otros dirigentes kirchneristas, el ministro de Economía, Axel Kicillof, se sumó ayer a la defensa oficial junto a la diputada nacional Diana Conti.
Kicillof llevó sus críticas al plano económico para señalar que Nisman, en su denuncia, “dice una soberana estupidez en términos energéticos y económicos, que Argentina habría decidido, para salir de esa presunta crisis energética, comprarle petróleo a Irán”.
“Eso es absolutamente ridículo porque no hay crisis energética, la provisión en estos últimos 10 años creció más que los anteriores”, argumentó el funcionario.
Además, consideró que “la causa no parece tener ningún asidero” y evaluó que “el móvil económico que se plantea es un no problema y una no solución”. “Como no hay móvil, porque es imposible esa operación económica, hay un problema conceptual en la denuncia”, manifestó al calificar de “disparate” la denuncia.
Kicillof también dijo que “hay una maniobra del sector judicial que está encaminada a poner al gobierno ante la sociedad como si hubiera irregularidades por todos lados”. “Se los ve apurados, marchando a paso redoblado para intentar acusar a todo el gobierno, de llevarlos a declarar”, advirtió, y sostuvo que “en un año electoral hay apuro por sacar de la galera presuntas irregularidades”.
En el mismo tono, la diputada Diana Conti consideró que “es un mamarracho” la denuncia contra la presidenta pero admitió que “impacta en la institucionalidad”.
“Cada seis horas, hay una denuncia, una movida judicial tendiente a mostrar un jaqueo permanente en las gestiones de gobierno”, remarcó la legisladora.
Además, consideró que “se va a aclarar totalmente (la muerte de Nisman), no sólo porque la fiscal (Viviana) Fein es una buena fiscal, no sólo por la jueza (Fabiana Palmaghini), sino también por la participación como querellante de (Sandra) Arroyo Salgado (ex esposa de Alberto Nisman), con el control que está haciendo sobre el proceso y el ahínco que va a poner”, expresó.