Luego de que los abogados de la querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamaron el martes ante la Cámara Federal porteña que la jueza María Eugenia Capuchetti sea apartada de la investigación por el intento de asesinato de la ex mandataria, sorpresivamente la magistrada resolvió delegar en manos de la fiscalía la causa, por lo cual la investigación quedará ahora en manos del fiscal Carlos Rívolo, que ya impulsa el expediente.
El abogado José María Ubeira, representante de CFK, aseguró: “Si le pasa algo a la vicepresidenta o a sus hijos, la magistrada será responsable. Si queremos enderezar el rumbo de este asunto, apartar a Capuchetti podría ser el comienzo”, en la audiencia ante el juez de la sala I del tribunal de apelaciones Leopoldo Bruglia, quien ahora deberá decidir si sostiene o aparta a la magistrada que instruye el expediente por el intento de magnicidio ocurrido el 1 de septiembre. “Si nos frustraron la posibilidad de la prueba es porque había gato encerrado”, agregó el letrado, sin saber que Capuchetti delegaría en el fiscal la investigación.
La jueza tomó la decisión mientras la Cámara Federal porteña analiza si la aparta o la mantiene en la investigación.
A pesar de haber rechazado su recusación y de haber elaborado un informe con el que pretendió contrarrestar las críticas de la querella, Capuchetti buscó una salida alternativa para intentar descomprimir la tensión en torno a la investigación y la delegó.
“Encontrándose la recusación ante ese tribunal (la Cámara Federal porteña), debo hallar un remedio procesal que propenda a la mejor administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen, en lo sucesivo, con ese norte”, sostuvo la jueza.
“Por tal razón habré de delegar la instrucción de la presente causa CFP 2998/2022, sus conexas y legajos de investigación, en la Fiscalía Criminal y Correccional Federal N?2 (a cargo del Dr. Carlos Rívolo)”, continuó la magistrada en la resolución de 4 páginas.
“Por último, debo señalar que el temperamento aquí escogido de ningún modo implica desconocer la expresa directiva del Superior de proceder, con la premura que el caso impone, a la elevación de la causa a su etapa plenaria”, advirtió.
Sobre en ese punto, que la fiscalía “cuenta con la vía expedita” del artículo 215 Código Procesal Penal para, “en caso de entender que la instrucción se halla completa en alguno de sus tramos (o en su totalidad), avanzar en esa línea”.
La jueza decidió poner la investigación en manos de la fiscalía a 83 días del comienzo de la instrucción y un día después de que la querella le cuestionara no haber ordenado ninguna medida de prueba tras la recepción de un informe, el 26 de octubre pasado, con más información extraída del celular de uno de los imputados.
En tanto, al salir de los tribunales federales de Comodoro Py, Ubeira expresó: “Si seguimos investigando llegamos a donde no quiere llegar, a las terminales del PRO” y luego refirió que existe en la causa una pista vinculada al diputado nacional de Juntos por el Cambio Gerardo Milman, además de “un discurso de odio de determinados lugares”.
Para los abogados de la querella, la jueza Capuchetti mostró una “completa falta de iniciativa” y habría “boicoteado” líneas de investigación, por lo que no puede seguir al frente del caso, según expresaron en la audiencia, en la que primero intervino el abogado Marcos Aldazabal (que enumeró las irregularidades en el manejo de la causa) y luego Ubeira.
“La investigación es imposible así”, sostuvo Marcos Aldazabal, el otro abogado de la querella, tras enumerar lo que definió como “irregularidades” en la instrucción del caso: “No se investigó ni a la Policía Federal (por las demoras en la detención de Brenda Uliarte y el reseteo del celular de Sabag Montiel), ni la pista «Milman» ni la línea de Carrol”.
La “pista Milman” es aquella iniciada el 23 de septiembre a partir de la declaración testimonial de un asesor del diputado del Frente de Todos Marcos Cleri, quien aseguró ante la justicia que en la tarde del 30 de agosto, en el bar Casablanca ubicado a metros del Congreso, escuchó que Milman le decía a dos mujeres la frase “cuando la maten yo estoy camino a la costa”.
La “línea Carrol”, en tanto, es la referida a Hernán Carrol, el referente de la Nueva Centro Derecha a quien el detenido y procesado Fernando Sabag Montiel —quien intentó asesinar a Cristina— le asignó la misión de designarle un abogado para que lo defendiera en la causa.
Las diferencias entre la jueza y la querella se volvieron insalvables a partir de la decisión de la magistrada de no hacer lugar al secuestro del celular de las asesoras de Milman que declararon como testigos en la causa y negaron primero haber estado en el bar Casablanca el 30 de agosto para luego corregirse cuando les fueron exhibidas imágenes que acreditaban su presencia.
La audiencia, que estaba fijada desde la semana pasada, se realizó luego de que anteayer la querella reclamara que se amplíe la indagatoria y se procese por asociación ilícita a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo y se ordenen de forma urgente nuevas medidas de prueba, tras detectarse una seguidilla de mensajes de Whatsapp que darían cuenta del accionar organizado de la banda.
“Recordá esta fecha”, “Esta hdp (sic) ya está muerta”, “No sabés que hicimos con esto”, “Generar miedo”, “Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo”, son algunos de los mensajes hasta ahora desconocidos y enviados desde el celular de Carrizo, jefe del grupo de supuesto vendedores de copos de nieve para el que trabajaban quienes agredieron a la vicepresidenta, según surge de la presentación de la querella.