En la última semana antes de la inscripción de alianzas en Santa Fe, los partidos que integran el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) atraviesan varios debates: cómo y con quiénes ampliar la coalición, si se cierra una lista de unidad o se abre la puerta las Paso, y cómo canalizar el descontento de sectores sociales con la crisis y los gobiernos.
Alineados con su estrategia nacional, desde el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) Santa Fe llamaron a inscribir este domingo “una alianza de la izquierda clasista y socialista”. La idea es convocar al Nuevo MAS y a Política Obrera, el espacio que armó Jorge Altamira después de la ruptura con el Partido Obrero (PO).
“Toda política divisionista atenta contra la chance de hacer una alternativa lo más fuerte posible”, advirtió Octavio Crivaro, dirigente del PTS. Y agregó: “El que saque los pies del plato juega a favor del gobierno y la oposición, que quieren una izquierda dividida, que no mencione los problemas que están sufriendo los sectores populares”.
En el PO creen que el planteo del PTS es “abstracto” ya que algunas expresiones que busca sumar el partido que tiene como principales referencias públicas a Nicolás del Caño y Myriam Bregman, como el grupo de Luis Zamora, no tienen presencia en la provincia.
“Más que ampliar el FIT, tenemos que fusionarnos con la vanguardia que está saliendo a luchar”, indicó Carla Deiana, dirigente del PO.
Su propuesta es armar a un congreso del FIT, antes o después del cierre de listas (el 9 de julio), y convocar “al movimiento ambiental, al movimiento sindical antiburocrático y al movimiento de mujeres que conquistó el aborto legal”.
Las diferencias entre ambos socios del frente también incluyen a la forma de dirimir las candidaturas. En el PO creen que disputar en las Paso sería “una involución”. “Hemos hecho acuerdos de listas comunes, hay que ir unidos a la batalla electoral y no empezar con las disputas internas en la izquierda: eso desmoraliza, no clarifica y no tiene nada que ver con las tareas que tenemos en la etapa”, indicó Deiana.
Por el contrario, en el PTS creen que abrir la competencia en las Paso es una opción y que cada partido tiene derecho a hacer valer su fuerza.
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Sintonías diferentes
Sí coinciden en un punto: creen que la crisis abre una oportunidad al FIT para vehiculizar malestar con los gobiernos. Un electorado al que apuntan en particular es el de los desilusionados con el gobierno del Frente de Todos.
Además de Colombia y Chile, destacan un ejemplo cercano: en las elecciones de Jujuy del domingo pasado la alianza se ubicó en el tercer lugar, detrás de la fuerza del gobernador Gerardo Morales y de un sector del PJ.
Sin embargo, en Santa Fe el cuadrante izquierdo del arco político está bastante más congestionado. Aquí el FIT competirá con Ciudad Futura —que pondrá en juego una banca en el Concejo rosarino—, el Frente Social y Popular e Igualdad y Participación, que todavía no terminan de cerrar un acuerdo.
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Sin filtro, en los partidos trotskistas sostienen que están en sintonías diferentes: caracterizan que el partido de Caren Tepp y Juan Monteverde “ha contribuido a la gobernabilidad del ajuste de Javkin”, que Carlos del Frade es “una persona honesta pero no construye una alternativa política” y que varias expresiones de este sector “son tributarios del Frente de Todos”.