La estrategia electoral del PJ santafesino para los comicios provinciales del año venidero será una cuestión "exclusiva" de sus autoridades. La mesa de conducción del PJ definirá para ello la política de alianzas y elegirá los socios. Así lo resolvió ayer el congreso partidario que se reunió en la capital provincial, que además aprobó el requisito de la paridad de género para las listas de aspirantes a cargos partidarios.
El congreso peronista de ayer permite una lectura lineal: su presidente, el ex senador Ricardo Olivera, salió fortalecido. El slogan de su gestión fue ayer el del congreso: la perentoriedad de una unidad que incremente las chances electorales obtenidas en las legislativas de 2017.
El escenario del cine teatro Luz y Fuerza exhibía sendos retratos de Eva y Juan Perón, las banderas (nacional y provincial) y la consigna: "Por un peronismo unido". El sobrio escenario tenía su reciprocidad en el resto de la sala en la que los 226 congresales acreditados, el 58% del total, se ubicaron aleatoriamente. Ayer no hubo banderas, pancartas ni atuendos alusivos, con excepción de cinco personas con remeras blancas que tenían impresa la frase: "Perotti 2019", sin otro aditamento.
Las autoridades peronistas provinciales creen firmemente en las encuestas que les reflejan que el botín electoral provincial de 2019 estará disputado por tres fuerzas políticas con idénticas chances de triunfo. Hasta la fecha no se ha dado, dicen, la mejoría que el oficialismo de Cambiemos confiaba tener para estos tiempos. La alianza entre la UCR y el PRO hizo valer su marca con un éxito en 2017. En el PJ creen que ello no funcionará en abril, cuando se vaya a las Paso, ni en las generales que le sigan.
Los peronistas están convencidos de que siguen teniendo un tercio de las chances intactas de retornar a la Casa Gris luego de doce años de socialismo. Y la conducción de Olivera no piensa ponerlas en riesgo. Este fue el sino del congreso de ayer.
Puede que el peronismo no sea el mismo tras más de una década lejos del poder, pero ciertamente no lo son sus congresos. De no haber sido por la marcha partidaria cantada al final se podría haber confundido con una reunión académica por cómo se cuidaron las formas. Los bombos estuvieron desterrados, no hubo gente deambulando en los alrededores, ni cánticos cruzando descalificaciones entre facciones enfrentadas dentro o fuera del recinto, ni conatos de peleas. Los oradores fueron escuchados con un silencio respetuoso y los discursos guardaron las formas en todo momento. El orden del día incluyó varias cuestiones atinentes a la vida partidaria.
Ayer la hora de hilaridad estuvo en la única referencia directa al gobernador Miguel Lifschitz. Fue cuando el presidente peronista le reclamó el cronograma electoral e instó a sus partidarios a hacer una colecta "para comprarle un almanaque porque no sabe cuándo son los feriados de 2019".
Más allá de las risas, el PJ quiere el cronograma para continuar la estrategia de las reuniones previas a ayer que mantuvo Olivera con los tres sectores que hasta ahora aparecen con intención de alzarse con la postulación a la Gobernación: el de Perotti (con Rodenas), el de María Eugenia Bielsa y el kirchnerismo de Marcos Cleri y Leandro Busatto. Este último fue el único aspirante que ayer asistió y respaldó la moción del senador Ricardo Kauffmann por la cual toda la estrategia electoral quedó depositada en la mesa de conducción provincial.
Traferri presidió la reunión de ayer, que se inició con un minuto de silencio por los fallecidos Miguel Robles, Mario Lacava, Avelino Lago e Iliana Bizotto. Luego habló Olivera, quien historió su gestión y cuestionó el "tardío, incierto e inconsulto" cronograma electoral, al tiempo que le reprochó "no depositar los fondos correspondientes a las últimas elecciones".
Entre los oradores se destacaron la concejala Norma López, quien mocionó la "paridad de género" en todos los espacios de renovación de los cuerpos orgánicos, y su par Marina Magnani, quien tensionó el clima al recriminar a "dos candidatos que guardaron silencio" frente a las decisiones de (el presidente Mauricio) Macri y los "senadores (provinciales), uno de los cuales preside esta reunión, que llevaron a que la ley de género esté a dos días perder estado parlamentario".
Traferri no respondió e incluso dejó luego que el nombre de Cristina Fernández se cite en un documento propuesto o que algunos oradores se explayaran con que es una perseguida política.