Por segunda vez en 48 horas, la Confederación General del Trabajo (CGT) blandió la amenaza de un paro nacional contra la posibilidad de que se apruebe el proyecto de reforma previsional, sea a través de una sesión especial en Diputados o por decreto.
La decisión que el consejo directivo cegetista tomó el miércoles por la noche fue clave para precipitar la caída de la sesión especial que convocó el oficialismo en la Cámara baja para discutir el polémico proyecto que rebaja la movilidad jubilatoria. Junto con el resto de las organizaciones sindicales y de los movimientos sociales, gruesas columnas enroladas en la central obrera participaron de la movilización frente al Congreso, que fue brutalmente reprimida por las fuerzas de seguridad.
Ese ataque fue repudiado por el triunvirato cegetista, durante la conferencia de prensa que brindó a última hora de la tarde de ayer. "Primero tiran y después preguntan, el gobierno debe parar con esa política de represión", dijo Juan Carlos Schmid, uno de los secretarios generales.
"Hubo una feroz golpiza a los compañeros trabajadores, balas de goma, palazos y gases lacrimógenos. Y todo para intentar sancionar un proyecto que sostiene el ajuste", señaló Daer, quien denunció que la crisis de estas horas "es consecuencia de la falta de coherencia y dirección económica, como también de las malas políticas".
La rueda de prensa iba a ser casi una formalidad: desactivar el paro nacional convocado para hoy, toda vez que la sesión especial en Diputados había fracasado a primera hora de la tarde, en medio de un escándalo legislativo y de la represión.
Pero no fue así. La poderosa versión respecto de la firma de un decreto presidencial para imponer la rebaja jubilatoria obligó a los tres secretarios generales de la central obrera a mantener la amenaza de la huelga. "Si sale por decreto, automáticamente se lanza un paro de 24 horas", dijo Héctor Daer.
Schmid precisó que la medida se dispararía en el mismo momento en que se conociera oficialmente la firma de un decreto de reforma previsional. Esa posibilidad se enfrió con el correr de las horas.
Daer ratificó el rechazo de la CGT a la reforma previsional y llamó a las autoridades del Ejecutivo y el legislativo a ponerse de acuerdo en un esquema tributario en el que "paguen los que más tienen y no los jubilados".
"El gobierno eligió a los jubilados, el sector más vulnerable de la sociedad, para realizar el ajuste. El Ejecutivo y el Congreso deberían cargar las tintas sobre quienes más tienen si el gobierno procura satisfacer necesidades fiscales", dijo Schmid.
El lunes, la CGT convocará a la totalidad de "los mecanismos gremiales" de consulta para activar la profundización de una protesta si se aprueba el DNU, dijo el secretario general de Dragado y Balizamiento.
CGT Rosario
Las reuniones de la conducción nacional cegetista fueron seguidas atentamente por los dirigentes de la CGT Rosario.
Poco después de las 18, cuando la conducción nacional comenzó a deliberar, los dirigentes de una veintena de gremios se reunieron en la CGT Rosario. Camioneros, UOM, Obras Sanitarias, UPCN, Norte y SuteryH, entre otros, se dieron cita en la histórica sede de la calle Córdoba. A pocos metros, desde la plaza San Martín, partían las columnas de gremios, movimientos sociales y partidos de izquierda que marcharon por el centro de Rosario hasta el Monumento.
Adentro del búnker cegetista, una rueda de prensa de Sergio Aladio, líder de los camioneros santafesinos; Antonio Donello, de la UOM y Oscar Barrionuevo, de Obras Sanitarias, repudiaban la represión desatada en Buenos Aires.
"Esta situación está uniendo a todo el movimiento obrero", enfatizó Aladio. Por lo pronto, la central obrera rosarina se declaró en estado de alerta permanente.
rosario. Los dirigentes locales de la CGT se reunieron en calle Córdoba.