El diputado nacional y miembro del consejo directivo de la CGT, Omar Plaini, advirtió ayer al gobierno "que no le manden mensajes" al jefe de la central obrera, Hugo Moyano, quien había llamado "Chirolitas" y "che, pibes" a algunos funcionarios nacionales.
Además, en medio de la disputa entre la administración central y el líder de la CGT, Plaini alertó que "habrá que ver de qué lado estuvo cada uno" en los últimos años, en lo que pareció una crítica al ministro de Trabajo y ex abogado de la central obrera, Carlos Tomada, quien calificó de "apriete" a la última marcha en Capital Federal del sindicato de camioneros.
El secretario general del gremio de Canillitas insistió con que la CGT "no va a permitir que ni un solo trabajador quede en la calle" por el conflicto entre la empresa Camuzzi Gas del Sur y el Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca), que encabeza el líder de la central obrera (ver aparte).
"Moyano ha sido muy claro: que no le manden mensajes", enfatizó Plaini al recordar el discurso del viernes en Puerto San Martín del jefe de la CGT, cuando llamó "Chirolitas" a los funcionarios kirchneristas que lo critican, calificó como "vergonzosos" los porcentajes de aumento salarial que intenta imponer el Poder Ejecutivo y pronosticó que "no se vienen momentos simples".
Además, el gremialista advirtió: "No nos van a asustar: hemos luchado contra la dictadura, contra la dictadura financiera y contra todos los gobiernos que quisieron quitarle derecho a los trabajadores, y lo vamos a seguir haciendo".
Plaini aludió a las declaraciones de varios ministros del gobierno nacional. El ministro del Interior y dirigente del justicialismo bonaerense, Florencio Randazzo, había alertado que quien "renuncia tiene que irse" al referirse a Moyano y el pedido que le hizo al líder sindical el gobernador Daniel Scioli para que el gremialista revea su renuncia como presidente del PJ provincial.
Por su parte, Tomada calificó como "apriete" a la marcha de integrantes del Sichoca que terminó con un bloqueo de tránsito frente a la oficina porteña de Camuzzi Gas del Sur para denunciar despidos de trabajadores de una contratista de esa compañía y rechazar la represión policial en la ciudad chubutense de Trelew contra camioneros de esa empresa.
"Esto es un apriete: trasladar un conflicto acá, a la ciudad Buenos Aires, no tiene sentido cuando nosotros venimos planteando sistemáticamente el diálogo", se quejó Tomada, quien negó cesantías relacionadas con Camuzzi Gas del Sur, distribuidora de gas natural junto a Camuzzi Gas Pampeana en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
No pasarán. Plaini ayer insistió en que "200 personas fueron despedidas" por una contratista de Camuzzi, y advirtió: "No vamos a permitir que ni un solo trabajador quede en la calle".
"No comparto esa expresión (por los dichos del ministro Tomada) porque las organizaciones sindicales estamos para reclamar y peticionar, según el artículo 14 bis de la Constitución Nacional", replicó el miembro de la comisión directiva de la Confederación General del Trabajo (CGT) al recordársele que Tomada calificó como "apriete" a la marcha del Sichoca.
Al pedírsele otra apreciación el respecto, evitó manifestarla pero, en lo que pareció una alusión al jefe de la cartera laboral y ex abogado de la central obrera, agregó: "Lo que nadie le puede reprochar a Moyano es la coherencia de dos décadas. Habrá que ver de qué lado estuvo cada uno".