La boleta única de papel (BUP) conseguía esta noche la media sanción de Diputados. Con números muy ajustados (cercano a la mayoría absoluta necesaria de 129), la configuración opositora del PRO, la UCR y representantes de bloques pequeños como el PS de Santa Fe, entre otros, obtenía la mayoría para introducir un cambio radical en el instrumento de votación que rige, con matices, en las elecciones nacionales desde hace cien años: la boleta partidaria (BP).
El sistema que ahora deberá debatirse en el Senado tiene similitudes con el que rige actualmente para las elecciones cordobesas y, en menor medida, en Santa Fe. La BUP que aprobó Diputados contempla la posibilidad de votar “boleta completa”, como ocurre en la provincia mediterránea.
La oposición logró por primera vez (desde la nueva composición de las Cámaras en 2021) imponer una media sanción, incluso con el rechazo cerrado de todo el frente oficialista, y la ya anunciada negativa mayoritaria en la Cámara alta, con la voz cantante de Cristina Kirchner, y del propio presidente Alberto Fernández.
Discusión
La BUP despeja un antiguo debate sobre el presunto robo de boletas que perjudicaría a partidos chicos que tienen dificultades para fiscalizar todo el proceso electoral. Aunque no evita la fiscalización al momento del recuento, donde seguirá siendo necesario que cada partido defienda sus votos.
La BUP estará dividida en categorías y figurarán los nombres de hasta cinco candidatos (por una limitación de espacio físico), a diferencia de la actual BP, la denominada lista sabana, que en todos los casos incluye el nombre de la totalidad de los candidatos escogidos. Con el sistema propuesto por la oposición, 20 de los 24 distritos tendrán la posibilidad de incorporar la totalidad de los candidatos, aunque los cuatro restantes (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Caba), que no incluirán la totalidad de los nombres, representantas al 60 por ciento del padrón nacional.
En otra jornada caliente en Diputados, dividido casi por mitades, el argumento principal de los impulsores de la BUP fue: aunque reconociendo que el actual sistema funciona bien, y no presentó controversias sobre los resultados desde 1983 a la actualidad, la BUP mejoraría la transparencia y ahorra la impresión de millonarias cantidades de boletas partidarias, que se utilizan para propaganda y militancia, y para la reposición en el caso de faltantes, durante las diez horas que están abiertas las mesas para los ciudadanos voten.
Otro debate muy fuerte, y sin llegar a acuerdos, se dio sobre el costo para el Estado de la impresión de las boletas. El único cálculo con datos oficiales, certeros y comparativos fueron los de imprenta de Santa Fe, en 2021: 169 pesos por votante con la BUP y 120 pesos con la BP. Sin embargo, los impulsores de la BUP no dan crédito a ese dato y consideran que la BP constituye un despilfarro innecesario.
Posiciones
Entre los santafesinos que se expresaron a favor de la BUP se destacó Enrique Estévez (PS): “No queremos generar sospecha sobre la validez de ninguno de los resultados electorales (hasta ahora), con un sistema de votación que fue muy positivo para la Argentina (ley Sáenz Peña). Venimos a mejorar la confianza en el instrumento de votación. La BUP es superadora, tiene más garantías para los ciudadanos”. Y destacó la unidad de la oposición para consensuar un dictamen común: “Trabajamos en la confianza en la cual se basa un sistema electoral, basado en el diálogo, los acuerdos, que dan respuestas a la ciudadanía. El proyecto fortalece nuestra vida democrática”.
https://twitter.com/EnriqueeEstevez/status/1534691438650327043
Para Estévez, aun con el rechazo cerrado de todo el oficialismo y de la pareja presidencial, la media sanción por la BUP “es una muestra del diálogo que posibilitará las reformas políticas necesarias el país”.
En un sentido parecido se expresó la ex intendenta de Rosario y diputada nacional Mónica Fein: “Hay un beneficio (con la BUP) en la transparencia y del involucramiento del Estado, que asume ser el garante de la oferta electoral, y en igualar las condiciones de tordos los partidos políticos más allá de su tamaño, estructura o recursos”.
Fein señaló, por lo demás, que la BUP “mejora el sistema electoral actual, que es legítimo pero, a la vez, perfectible”. Para la diputada, “la sociedad pide que se mejore la democracia y se encontró el mejor sistema posible entre distintos bloques (PRO y UCR)”.
Luego, el rosarino Eduardo Toniolli (FdT) rebatió en su discurso a Fein: “Tengo que disentir cuando hablan de medida democratizadora, porque democratizar fue lo que hizo Hipólito Yrigoyen, el que le arrancó al régimen conservador (fraudulento, previo a 1916) la posibilidad del voto universal (masculino). Reivindicamos a la UCR de entonces, que estaba proscripta, no tenemos ningún problema. El problema lo tienen hoy los que integran una alianza (JxC) y el líder de esa alianza (Mauricio Macri) le escupe en la cara a Yrigoyen, utilizando el mismo discurso de los golpistas de 1930. El mismo discurso de los padres y los abuelos de muchos de los que hoy constituyen esa alianza”.
Luego, el diputado agregó: “Democratizar y revolucionario fue el voto femenino que introdujo Eva Perón, y fue también poner en manos del pueblo el escrutinio provisorio, que estaba en manos de «doctores» (lo introdujo Perón)”.
“La boleta única de Santa Fe tiene sus problemas, y lo dice alguien que vota en Santa Fe, porque produce una disociación muy grande entre las distintas categorías, legislativos, ejecutivos y municipales. ¿Desde 1983 hasta hoy hubo alteraciones al sistema democrático por el sistema electoral?, ninguna. La BUP es una mala solución a un problema que los argentinos no tenemos, porque la población reconoce como sólido el sistema electoral”, continuó Toniolli, para sentenciar: “¿El paso a la boleta única en Santa Fe mejoró la representación política? La respuesta es no”.