Axel Kicillof, el ex ministro de Economía que inauguró la era del saco sport sin corbata, ahora introdujo otro detalle novedoso en su look, botitas deportivas marrones claras. Que se destacan entre los tradicionales zapatos oscuros de los diputados que fatigan los pisos de mármol en el remodelado edificio anexo, frente al Palacio. Para hablar con La Capital, Axel sale del plenario de las comisiones de Legislación laboral y Presupuesto, donde circula el tema político principal de estas horas en la Argentina: la creciente destrucción de empleo.
Diputado por el Frente para la Victoria, nítido referente del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof analizó en exclusiva la disputa política que se expresa hoy sobre el proyecto de ley antidespidos que tramita el Congreso. Habló del "ilusionismo que intenta Macri para hacerle creer a los argentinos que la crisis viene del gobierno anterior". También le pidió a la llamada "oposición responsable" (cercana al gobierno) que "ahora lo más responsable es votar rápido la doble indemnización. Lo irresponsable es hacerle el juego a Cambiemos".
—¿Cómo evalúa el trámite parlamentario por la ley protectiva del empleo?
—Cambiemos maniobra para dilatar. Pero ya tenemos media sanción en la Cámara de Senadores. Tendríamos que tratarla ya. El pedido del oficialismo para que los sindicatos vuelven al Congreso es inconsistente, ya vinieron. Y se expresaron el 29 de abril en un acto gigantesco.
—Cambiemos dice que la doble indemnización no traerá beneficios para nadie...
—En algo le doy la razón a Macri, aquí tenemos un problema con la política económica que aplica el gobierno; con la ley antidespidos se puede intentar detener la ola pero no resuelve las causas que están produciendo la ola de despidos, resultado de la actual política económica. Macri debería aceptar que hay despidos y que tiene que modificar las políticas que han sido nocivas para la rentabilidad de muchas empresas.
—¿Cómo interpreta la actitud frontal y pública del presidente contra una posible de ley de doble indemnización por despidos, incluso luego del acto sindical del 29 de abril y del voto favorable del 75 por ciento de los senadores?
—Se trata de aprietes, en especial al Frente Renovador (FR). Cuando llegó la hora de votar el endeudamiento y el pago a los fondos buitre hizo una verdadera extorsión a los senadores de las provincias para que lo acompañaran; ahora que no le dan los números recurre directamente a los medios de comunicación para ver si puede parar una ley. El problema es que tienen que torcer la realidad de los trabajadores. Si el gobierno no cambia el diagnóstico, no podrá encontrar una solución.
—El bloque del FpV tiene conversaciones con el FR y el Bloque Justicialista por la ley antidespidos. ¿Ve al FpV con alguna posibilidad de constituir una lógica opositora común y estable con esos sectores, o luego de la ley antidespidos el gobierno volverá a recobrar la alianza, como con el pago a los holdouts, con estos bloques?
—Ahí hay mucho de cálculo político, de posicionamiento. Que es muy celebrada por los medios de comunicación como "oposición responsable". De todos modos habrá que ver hasta dónde llega la complicidad de estos bloques con algunas políticas económicas de Macri que resultan muy agresivas con la propia base electoral de esos espacios. El planteo de "oposición responsable", que acompaña al gobierno, se agota. En un momento la oposición en conjunto, con sus mayorías, tiene que expresarse para mostrarle al gobierno que sus políticas son perjudiciales. Son novedades políticas que ya empiezan a verse en el Congreso.
—También apareció un núcleo de diputados de origen sindical que de modo transversal impulsa la doble indemnización. ¿Ve ahí un factor que podría determinar el resultado de la disputa política de estos días?
—Es interesante, los diputados de origen sindical apuran la votación de la ley antidespidos y condicionan a las conducciones de sus propios bloques; en simultáneo, el presidente la quiere llamar ley "del Frente para la Victoria". Busca, desde ya, generar una confusión y jugar con la idea de oposición "buena, mala, acompaña, no acompaña". Lo que veo allí es que la oposición "responsable", en este caso, es al revés. Porque negar los despidos e impedir que se vote una ley de doble indemnización transitoria constituye una actitud irresponsable, sobre todo con los sectores sociales que pretende representar.
—En su visión, el avance de las políticas económicas del gobierno nacional llevaría al deterioro generalizado de las franjas sociales medias y bajas y al descontento político de muchos de los 13 millones de argentinos que votaron a Macri en el ballottage. Sin embargo, en los años 90, una política económica con similitudes conservó la hegemonía electoral al menos por ocho años. ¿Por qué ahora sería distinto?
—Hay diferencias muy importantes. Por caso, en cuatro meses, Macri unió a cinco centrales sindicales que venían dispersas desde años. También hay que saber leer la historia argentina: siempre los planes económicos neoliberales se aplicaron luego de una crisis. La convertibilidad se aplicó luego de la híper del final del alfonsinismo, y dicho de un modo ambiguo y entre comillas, "solucionó" una parte del problema para los sectores populares. Que el costo fue luego un enorme desempleo, desindustrialización. Pero hay que decirlo, el Cavallo del inicio de la convertibilidad se anotó un éxito: paró la inflación. En cambio, el problema de hoy es que no venimos de una crisis. El gobierno hace malabares, ilusionismo para convencernos de que venimos de una crisis económica de 2015. Sin embargo, las grandes mayorías populares consumían, se iban de vacaciones, pagaban la cuota del auto y no percibían sensación de crisis. Hay que ser sinceros, el actual plan económico del macrismo es el mismo que sus economistas vienen recomendando aplicar desde 2003, 2004 y así de seguido. Más allá del contexto económico mundial.
—Cuando Cristina Fernández de Kirchner habla de constituir un nuevo frente ciudadano, ampliando al FpV, ¿a qué se refiere específicamente?
—Es lo que estamos viendo, sostenido en una de las columnas vertebrales que es movimiento obrero, tratando de votar juntos una ley de defensa de un derecho básico como es el empleo. El frente ciudadano aún no tiene una estructuración formal y orgánica, pero sí tiene unidad en la acción y en la práctica política, con la características de un frente, que busca representar a todos los argentinos que no quieren perder los derechos adquiridos. Porque durante 12 años la palabra despido no existió ni en los diarios ni en los diccionarios. Era parte de los libros de historia. Por eso tanto el FR como los desprendimientos de nuestro bloque, socialistas y demás debemos juntarnos para defender nuestros derechos.
—Sin embargo, los bloques que menciona no tienen disposición a asociarse con el Frente para la Victoria, que a su vez tiene numéricamente una enorme primacía en la oposición...
—Es lo que dijo Cristina, no discutimos conducciones ni hegemonías, vamos a trabajar para defender los derechos e intereses de las grandes mayorías. No hace falta un liderazgo como el que tuvimos en nuestro partido, se necesitan dirigentes que estén en condiciones de representar esos intereses. Nosotros no pretendemos el copyright (autoría) de la ley antidespidos, de hecho la trajo (Sergio) Massa, la exigieron los sindicalistas y nosotros lo que hicimos fue decidir votarla.