Mientras el debate sobre el frente de frentes atraviesa a todo el campo no peronista, Juntos por el Cambio (JxC) Santa Fe postergó su reunión de mesa provincial, convocada para hoy. La idea es darles mayor tiempo a los partidos para cocinar una definición que nadie quiere comer cruda.
“Fue una cuestión de agenda, algunos dirigentes no estaban y no pudimos organizar la previa. No hay ningún problema político” aseguraron desde la mesa chica de la alianza.
Previsto para hoy en Rafaela, el encuentro entre los presidentes y representantes de la UCR, el PRO, la Coalición Cívica (CC), Encuentro Republicano Federal, UNO, Unir y la Ucedé quedó para la primera o segunda semana de octubre y quieren aprovechar la pequeña ventana de tiempo que se abrió.
“Nos sirve para llegar con mayor fortaleza a la mesa, cada partido está trabajando a su manera la agenda”, dijo un dirigente de uno de los socios mayores de la coalición, que atravesó momentos de turbulencia.
La última reunión de la mesa provincial de JxC, realizada el 9 de septiembre en Rosario, la conversación fue tensa. “Fue brava”, reconoció en su momento un dirigente que se acercó hasta el hotel Ariston.
“Un sector del radicalismo, el de Galdeano y Barletta, alineados con Javkin, intentó meter presión: plantearon que había que armar el frente ya y que había que ponerle fecha. Eso generó una discusión fuerte”, recordó.
Incluso, dirigentes radicales venían armando una movida de lanzamiento del frente de frentes para el 21 de septiembre. Algunos iban todavía más allá y pensaban usar a Cayastá como locación para dar un mensaje refundacional.
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Al final, esa foto de unidad quedó en borradores. No obstante eso no significa que el radicalismo, el partido más convencido en montar un gran frente opositor, haya archivado la iniciativa.
“De ninguna manera abandonamos la idea de avanzar hacia algo más amplio. Los partidos van tomando decisiones y seguimos avanzando. La confluencia sigue en pie”, dijo a este diario el presidente de la UCR santafesina, Felipe Michlig.
Los tiempos ayudan a calmar la ansiedad. Si se concreta el rumor que circula en despachos y pasillos del poder el gobernador Omar Perotti estira la convocatoria a las elecciones y las generales se realizan a principios de septiembre, las Paso serían entre junio y julio. Con ese esquema, habría tiempo hasta abril o mayo para cerrar alianzas y armar las listas.
De todos modos, ese cálculo -basado en la esperanza de que Massa logre estabilizar la economía, bajar la inflación y que esos logros cambien el humor social y revitalicen las chances electorales del peronismo- se llenó de interrogantes por la proliferación de los audios del ex ministro Marcelo Sain. Septiembre puede quedar demasiado lejos si la crisis política e institucional se agranda.
En ese marco, el PRO santafesino reunirá mañana su consejo directivo en la ciudad de Gálvez.
“Por primera vez vamos a debatir cómo fortalecemos la mesa de Juntos por el Cambio en Santa Fe y además vamos a charlar sobre la posibilidad de generar encuentros sobre temas con los que tenemos coincidencias con otros partidos que hoy no integran la coalición”, dijo el presidente del PRO en la provincia, Cristian Cunha, que conduce una estructura donde las posiciones están divididas.
De un lado, el sector del diputado nacional Federico Angelini, vicepresidente nacional del PRO, se muestra más reacio al armado de un nuevo frente.
Del otro, los dos espacios que mirán con interés el frente XXL: el de la vicepresidenta del partido, Gisela Scaglia, y el diputado nacional Gabriel Chumpitaz, aliados de Maximiliano Pullaro, y el de la concejala rosarina Anita Martínez y la diputada nacional Germana Figueroa Casas, de la escudería Galdeano.
Un dirigente del grupo que pone más condiciones para sentarse a negociar toma el título del nuevo libro de Mauricio Macri: “Juntos por el Cambio ganó, lo otro es un experimento. Si funciona, buenísimo. La pregunta más importante sobre juntarnos es el para qué”.