El gobierno nacional consideró ayer que las múltiples marchas del sábado pasado en apoyo al presidente Mauricio Macri fueron "una bocanada de aire fresco" y "una inyección de energía" de cara las elecciones generales de octubre próximo, luego de la contundente derrota en las recientes Paso.
"Es una inyección de energía para el presidente, para los fiscales y para nuestros votantes", deslizó una fuente de la Casa Rosada, en coincidencia con otros funcionarios nacionales.
También la calificaron como "una bocanada de aire fresco", después de las primarias del 11 de agosto, cuando la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, del Frente de Todos, fue la más votada por 15 puntos de ventaja sobre el binomio Macri-Miguel Pichetto, de Juntos por el Cambio.
En el gobierno no esperaban tanta concurrencia a la Plaza de Mayo ni tampoco las réplicas que tuvo en todo el país, por eso la presencia de Macri desde el balcón de la Rosada se gestó a último momento, aseguraron fuentes oficiales. Al respecto, miles de rosarinos se congregaron en el Monumento a la Bandera.
"Los escuché, sé lo que están pasando. Decidimos cambiar porque podemos ser mejores, no podemos abandonar, tenemos que seguir juntos, ahora más que nunca, porque tres años es poco para cambiar una historia, y la estamos cambiando, diciéndonos la verdad, sin robarnos ni engañarnos, sin atajos, trabajando juntos y dialogando. Así vamos a construir la Argentina que queremos", dijo Macri en un mensaje grabado anteanoche para los manifestantes.
Macri tuvo dos apariciones en el balcón de la Rosada: en la primera, junto a la primera dama Juliana Awada y visiblemente emocionado, saludó a la multitud con sus brazos en alto y varias veces se llevó la mano al corazón.
Por lo pronto, la mesa política de Juntos por el Cambio volverá a reunirse hoy, a las 17, para analizar el impacto de la marcha y las próximas acciones a encarar para la campaña electoral, en la cual buscarán revertir el 27 de octubre la derrota en las primarias.
Participan de la mesa política el candidato a vicepresidente Miguel Pichetto; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la mandataria bonaerense, María Eugenia Vidal, y los titulares de los bloques oficialistas, el diputado radical Mario Negri y el senador Luis Naidenoff.
Algunos referentes del oficialismo destacaron la llamada "movilización del 24A", aunque sin aventurarse en el efecto que eso podría tener en las elecciones generales.
Una de ellas fue la titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, según quien fue una manifestación "por la libertad y contra el miedo".
"Todos sabemos que detrás" de Fernández "está Cristina, (Hugo), Moyano, (Eugenio) Zaffaroni y (el humorista) Dady Brieva, pidiendo una Conadep del periodismo, y La Cámpora", declaró la funcionaria.
Por su parte, el diputado nacional de Cambiemos Waldo Wolff dijo que la movilización demuestra que hay "mucha gente dispuesta a seguir peleando, más allá del resultado electoral".
"Me da cierta tranquilidad que, en medio de grandes incógnitas que tiene hoy la Argentina, haya mucha gente dispuesta a seguir peleando, más allá del resultado electoral, que no deja de ser parte del juego de la democracia", indicó.
Y agregó: "Hay mucha gente que dice «ojo que no vamos a tolerar ciertos avasallamientos que fueron flagrantes durante la gestión anterior»".
En esa línea, el legislador resaltó que la movilización mostró que, "más allá de algunas disidencias con este gobierno", la gente manifestó su respaldo a "la institucionalidad".
"No hubo consignas. Nuestros votantes estaban necesitados de compartir la angustia de no estar solos y que somos muchos", analizó el diputado oficialista.
La movilización fue impulsada por personalidades como el cineasta Juan José Campanella y el actor y ex diputado Luis Brandoni como una demostración de apoyo a Macri luego de la derrota en las Paso y la posterior fuerte alza del dólar e inestabilidad de los mercados.