Dos gobernadores kirchneristas volvieron a alertar ayer de que el gobierno nacional está sufriendo un ataque especulativo de grupos económicos concentrados con una intención destituyente. El mandatario entrerriano, Sergio Urribarri, dijo que estos sectores pretenden "minar y condicionar la voluntad de construir un país para 40 millones de argentinos". En esa línea, su par de Misiones, Maurice Closs, afirmó que "se nota que hay quienes desean que la presidenta, Cristina Kirchner, termine anticipadamente su mandato", y comparó la situación actual con los embates que sufrió el gobierno de Raúl Alfonsín.
El entrerriano Urribarri aseguró que "a nadie escapa que un gobierno democrático, elegido por amplia mayoría, está hoy sujeto a un ataque especulativo que pretende minar y condicionar la voluntad de construir un país para los 40 millones de argentinos".
"Cuando te eligen para gobernar te eligen porque confían en tu capacidad para ir resolviendo los problemas cotidianos, los de mediano y largo plazo, a lo que nosotros los peronistas no le escapamos a esa responsabilidad jamás", agregó.
En ese sentido, Urribarri anticipó que presentará ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner un proyecto para crear un Instituto Nacional de Comercio Agropecuario, que "defienda al pequeño y mediano productor y fomente la producción de granos, cereales y carnes junto con todas las economías regionales, para recuperar la comercialización de los granos en la Argentina".
Sostuvo que "los países productores netos de materias primas y alimentos como Argentina enfrentan enormes oportunidades y también serias amenazas por su forma de inserción al orden mundial".
"Hay gente jugando fuerte". El misionero Closs afirmó que "se nota" que hay quienes desean que la presidenta termine anticipadamente su mandato. "Se nota, en lo personal creo que hay actores que están trabajando fuerte; quizás es una intuición que no es", dijo Closs, en una entrevista radial, consultado acerca de si cree que hay sectores que quieren una salida anticipada del gobierno kirchnerista.
"Veo una situación similar a 1987, cuando le escondieron la harina a Alfonsín", sostuvo el mandatario misionero y de esta manera se sumó a las acusaciones que había formulado el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, respecto de un presunto plan de "desestabilización" urdido por sectores económicos y mediáticos concentrados.
"Hay gente que está jugando fuerte. El gobierno en los últimos días tomó decisiones buscando acomodar algunas cosas de situaciones complejas, como lo es el tipo de cambio. Acuerda con los sojeros porque necesita como el aire recomponer reservas, y la soja y las reservas no aparecen. Yo lo que pedí es que trabajemos con enorme responsabilidad porque 2014 es un año bisagra", dijo Closs.
"Si quien tiene soja no exporta esperando que el tipo de cambio llegue a 10; si el asalariado pide un aumento del 40 por ciento y el empresario te dice te voy a dar cero; si quien vende un aire acondicionado remarca; si quien vende combustibles sube los precios; si cada uno presiona y presiona, esto termina mal", advirtió el mandatario, y planteó que "no hay una visión en conjunto".
La semana pasada Closs instado a realizar un acuerdo multisectorial para "no terminar como en el 2001", una convocatoria que, según trascendió, provocó en privado un llamado de atención de Capitanich. Al respecto, el gobernador kirchnerista desmintió haber recibido un reto del jefe de Gabinete, y señaló que "para nada fue en ese sentido" la conversación que mantuvo con el jefe de Gabinete.
"Dije que hay situaciones parecidas como las que vivió Alfonsín en el año '87 cuando le escondieron la harina días antes de elecciones legislativas. La harina se fue 50 por ciento arriba y el resultado electoral fue malo", aclaró.