El presidente Alberto Fernández exhortó ayer a los argentinos a "ponerse a trabajar e involucrarse todos, no importa de dónde vienen ni cómo piensan" para luchar contra el hambre, porque advirtió que es "indigno ser parte de una sociedad que no se preocupa por el que tiene hambre". El presidente se refirió al plan al hablar en la Casa de Gobierno durante la primera reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre. Durante el encuentro el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, sostuvo que la propuesta cuenta con un presupuesto de 60 mil millones pesos y estimó que en marzo próximo se entregará el 80 por ciento de las tarjetas alimentarias.
Fernández señaló que "este plan no es el plan del gobierno, no es el plan de Alberto Fernández, es el plan de la Argentina. Los dueños de este plan somos los argentinos de bien que no queremos que ningún argentino pase hambre".
Por esa razón pidió que "inviten a todos, no me importa de dónde vienen, cómo piensan, qué representan en términos de intereses" para "hacer más fácil la tarea" común, añadió Fernández en el encuentro que se realizó en el Salón Sur de la Casa Rosada, con la presencia del ministro Arroyo, y cerca de 70 representantes de distintos sectores de la sociedad.
"Yo siento que todos tenemos algo para dar, algo para ofrecer y debemos dar y ofrecer para terminar con el hambre en la Argentina", dijo el presidente.
Sostuvo que encaró el eje central de su gestión "desde el primer día", pensando en combatir el flagelo de hambre y señaló que "por eso, algunos no entienden que lo que termina de aprobar la Cámara de Diputados hoy son las bases para cambiar la lógica que imperaba", al referirse al proyecto sobre la emergencia recientemente sancionado.
"Son las bases para terminar con un sistema de especulación por un sistema de producción", añadió.
El plan de lucha contra el hambre puesto en marcha por el gobierno nacional a través del Consejo Nacional Argentina contra el Hambre apunta a llegar a alrededor de 1,8 millones de madres de niños y niñas en situación de pobreza, la instrumentación de una red de control y capacitación de la nutrición adecuada con una canasta básica saludable y el monitoreo de su aplicación por parte de un observatorio.
En una conferencia de prensa posterior, Arroyo expresó que en el encuentro se informó acerca del comienzo de la campaña de lucha contra el hambre en Concordia, Entre Ríos, considerada la ciudad más pobre del país con la distribución de 7.000 tarjetas alimentarias, y dijo que el plan cuenta con un presupuesto de 60 mil millones de pesos.
En ese sentido, precisó que se espera "llegar a dos millones de chicos y casi 1.400.000 plásticos", que tienen montos de 4.000 y 6.000 pesos, dependiendo del número de hijos, para madres con chicos menores de 6 años y sin trabajo formal, a mujeres a partir del tercer mes de embarazo y personas con discapacidad, todos ellos titulares de la AUH.
"El objetivo es resolver el problema del hambre y la malnutrición en la Argentina, y esperamos en marzo venidero tener cubierto el 80 por ciento del país", dijo Arroyo,
El funcionario comentó que como invitado especial del presidente participó el escritor y periodista Martín Caparrós, presente en la rueda de prensa, autor de "El hambre", libro sobre el cual el presidente admitió que lo había inspirado para la iniciativa. Caparrós destacó la convocatoria del gobierno y se manifestó "entusiasmado de que un presidente piense que esta es una tarea prioritaria" que "no es un eslogan".
A su vez, Victoria Tolosa Paz, jefa del Consejo Federal de Políticas Sociales, señaló que "se trató la política a desarrollar para que tenga el carácter de política pública integral", articulando desde "una matriz productiva de alimentos, a cómo llega la producción a los consumidores, y con el monitoreo de los precios de una canasta básica de alimentos, y los índices de crecimiento y desnutrición".