El presidente Alberto Fernández defendió ayer haber declarado públicos y esenciales los servicios de telefonía, cable e internet y advirtió que “se terminó el país” en el que los empresarios hacían lo que querían, pero aseguró que el gobierno nacional no está en “guerra” con ningún sector y que la medida no es “contra nadie”.
Se trata de “regular un servicio que es muy importante para los argentinos”, expresó el primer mandatario. No obstante, advirtió: “Lo que sí se terminó es el país de los CEO’s y los gerentes que permitían que los empresarios hicieran lo que quisieran”.
El gobierno dictó un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que establece como esenciales a los servicios de telefonía celular y fija, internet y televisión paga, al tiempo que congela los aumentos de precios de esos productos hasta fin de año.
El presidente negó que la medida apunte a perjudicar a ciertas empresas y, si bien aceptó que “a Clarín lo puede afectar un poco más porque está en todos esos negocios”, manifestó que otras compañías, como “Telefónica o Telecentro, con varias patas en el negocio, podrían argumentar lo mismo”. “Hace mucho tiempo que no estoy en guerra con nadie”, aseguró Fernández.
“Estoy defendiendo los intereses de los argentinos”, insistió y criticó a quienes comparan la Argentina con Venezuela “porque regula derechos en favor de la gente”.
Fernández reseñó que la telefonía “funcionaba sin ningún tipo de regulación estatal” y eso “era un problema”, porque estaba sujeta a la “imposición del mercado”, en el cual hay muy pocas empresas y deriva en una “muy alta facilidad de cartelización”.
“Pasaba algo muy parecido con el cable”, agregó el jefe del Estado y opinó que la “condición dominante en los mercados exige algún tipo de regulación”.
Con todo, Fernández relató que lo que más lo decidió a regular esos servicios fue una charla que mantuvo con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la que supo que “había 6 mil chicos” que, para la gestión de la ciudad de Buenos Aires, debían regresar a las escuelas porque no tenían un buen acceso a conectividad de internet.
“Eso me pareció una mala lectura de lo que debía hacerse. Lo que debía hacerse era llevar conectividad a esos chicos y no exponerlos a los riesgos de contagio en el colegio”, argumentó.
Palos a la oposición
Acerca de los índices sociales, Fernández reconoció que “es muy posible que la pobreza haya aumentado, con una economía que se detuvo en marzo” pasado a raíz de la pandemia de coronavirus.
Destacó, sin embargo, que “gracias al auxilio” del Estado “la indigencia mejoró” y resaltó la continuidad de diferentes planes y el IFE, en el marco del Plan contra el Hambre.
“La actividad industrial, más allá de lo que digan los agoreros del terror, hoy está produciendo más que lo que producía el 19 de marzo. A la Argentina le fue mejor con el coronavirus que con el gobierno de Macri”, enfatizó. Y detonó una dura réplica de Juntos por el Cambio (JxC, ver aparte).
Acerca de los dichos del ex presidente, que expresó su “orgullo” por la marcha del #17A, Fernández pidió prudencia. “Cualquier hombre público, sea político o no, debe medir sus palabras porque hay un riesgo en lo que se está diciendo. Hay mucha gente que escucha y presta atención”, sostuvo.
Luego, el jefe del Estado consideró que “la mejor Argentina es la que otorga derechos”, expresó su anhelo de que el empleo “no caiga” y que “los empresarios puedan volver a trabajar al día siguiente de que termine este martirio” del coronavirus. Pero pidió “nunca olvidar que el tema no se ha superado” y, por eso, la ciudadanía todavía debe ser muy “cuidadosa y evitar situaciones que puedan causar contagios”.
En cuanto al proyecto de reforma judicial, planteó: “Hay algunos que no quieren que salga para mantener una corporación que tanto daño nos hizo”. E insistió en que la iniciativa se envió “con el único propósito de que el Congreso la debata”, pero juzgó que a muchos “les cuesta creer que tengan un presidente que respeta las instituciones”.
Además, sobre la cláusula que habla de la obligación de los jueces a denunciar presiones, entre ellas las “mediáticas”, dijo que “es un agregado casi ocioso, porque tiene un sentido más casuístico que otra cosa”.
Fuerte réplica de Juntos por el Cambio
El diputado nacional y vicepresidente del PRO, Federico Angelini, cruzó ayer al jefe del Estado, Alberto Fernández, quien aseguró que “al país le fue mejor con el coronavirus que con el gobierno de Mauricio Macri”. Y advirtió que las declaraciones del primer mandatario “representan una burla para todos los argentinos”.
“¿Por qué no les pregunta, presidente, a las familias argentinas de las 7 mil víctimas fatales que se ha cobrado el coronavirus en el país si estamos mejor? ¿Por qué no les pregunta, presidente, a los cientos de miles de desempleados que generó el aislamiento y a las decenas de miles de pymes que tuvieron que cerrar en estos cinco meses si estamos mejor?”, cuestionó Angelini.
Al respecto, añadió: “La verdad es que ese nivel de cinismo, al que nos tienen acostumbrados varios dirigentes del kirchnerismo, no lo esperábamos de parte de Fernández, porque él sabe muy bien que, en lo poco que lleva de gestión, ya aumentó el desempleo y la pobreza. Y en salud ya estamos entre los diez países con mayor cantidad de contagios (de Covid-19), implementando, incluso, una de las cuarentenas más largas del mundo”.
“Parece que el presidente viviera en una realidad paralela, en la que la gente está mejor que hace un año atrás y sin cuarentena, como él sostiene. Seguramente, quienes sí estén mejor son los funcionarios y amigos del ala kirchnerista, producto del pacto que el presidente tiene con Cristina Fernández para garantizarles la impunidad frente a los delitos de corrupción por los que son investigados”, enfatizó Angelini.
Por su parte, la titular del PRO, Patricia Bullrich, publicó en su cuenta de Twitter: “(Fernández) se llena la boca hablando de unidad y cada 24 horas demuestra lo lejos que está de querer buscar consensos. Con el sello del cuarto gobierno kirchnerista, habla de unidad y muestra desprecio hacia Juntos por el Cambio”.