El juez de la Corte Suprema Carlos Fayt ratificó que seguirá en su cargo, luego de haber reaparecido en público en medio de las críticas del kirchnerismo a su permanencia en el máximo tribunal por su avanzada edad y la presión para que renuncie.
Fayt, de 97 años, dio a conocer su posición mediante un comunicado que leyó el abogado Ricardo Monner Sans en la puerta de la casa del magistrado, donde unas 200 personas se habían concentrado para manifestarle su apoyo frente a la avanzada del oficialismo.
Luego de unas breves palabras de agradecimiento, la carta sostiene sobre la convocatoria: “La considero una manifestación de solidaridad con los valores democráticos y constitucionales que siempre he defendido y que seguiré haciéndolo desde mi lugar de juez de la Corte”.
“Les doy un sincero, afectuoso y fraternal abrazo”, concluyó el juez en el comunicado con el que ratificó que no tiene intenciones de jubilarse de la Corte, como pretende el oficialismo.
Anteayer, Fayt participó de una reunión en la sede de la Corte, donde firmó junto a sus tres colegas una nueva acordada que ratificó a Ricardo Lorenzetti como presidente del máximo tribunal hasta 2019.
De esa manera, respondió al gobierno por cuestionar la reelección de Lorenzetti con el argumento de que Fayt no había estado presente en la reunión del 22 de abril último, cuando se firmó la acordada. Pero, además, la reaparición pública del magistrado fue un intento por contrarrestar los rumores sobre posibles problemas de salud que le impedirían continuar ejerciendo su cargo.
Esa versión es la que sostiene la Casa Rosada y la que los diputados oficialistas utilizaron para reunir a la comisión de Juicio Político y emitir un informe en el que se solicitan medidas de prueba tendientes a verificar el estado de salud del magistrado.
En ese ámbito, el oficialismo citó a los secretarios letrados de la Corte Suprema y a la secretaria privada de Fayt, además de pedir que un perito calígrafo analice la firma del juez para determinar si fue él quien firmó la acordada por la cual se reeligió a Lorenzetti.
Sin embargo, la oposición cuestionó la legitimidad de la maniobra al señalar que esa comisión no puede iniciar un proceso de investigación si no existe de por medio un pedido formal de juicio político, por lo que preparan una presentación ante la Justicia para frenarla.
Oprobio. Paralelamente a esta cuestión, el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, afirmó que al juez decano de la Corte Suprema “lo llevaron” a los Tribunales “a producir una nueva firma” para revalidar otro período del titular del cuerpo, Ricardo Lorenzetti, “en una situación verdaderamente oprobiosa” para la condición del magistrado, de 97 años.
“Está a la vista que ha sucedido eso: a Lorenzetti lo han convencido de que produzca una nueva firma para la acordada” que lo designa nuevamente presidente del tribunal superior, ya que en caso contrario “no se comprende el objetivo de lo que se persigue”, al convocarlo ayer a Tribunales, afirmó Aníbal.
“En la situación física que se lo vio al juez, lo traen solamente para que produzca una firma. Lo llevan a firmar en una situación oprobiosa”, sentenció el funcionario ayer por la mañana, en su habitual contacto con la prensa antes de ingresar a la Casa de Gobierno.