Mientras el gobernador electo Miguel Lifschitz trabaja a tiempo completo en el armado de su futuro gabinete, cuyos nombres se conocerían a mediados de octubre, Carlos Fascendini confirmó ayer a La Capital que renunciará al cargo de ministro de la Producción la semana próxima para dedicarse de lleno al armado de la transición de la gestión que se avecina en la Casa Gris.
"Voy a dejar el ministerio el 30 de este mes (el miércoles próximo) para encarar con responsabilidad y tranquilidad la transición hasta el 10 de diciembre, que por otra parte se está desarrollando muy armoniosamente", confió el vicegobernador electo a este diario ayer en la capital santafesina.
Según consignó Fascendini (con Miguel Lifschitz) "estamos trabajando muy ordenadamente". "En los próximos días también habrá qué hacer un análisis puertas adentro del Frente Progresista para definir las distintas carteras, tanto en lo que refiere al perfil y los nombres" de los futuros ministros.
El dirigente radical oriundo de Esperanza subrayó que "el gobernador deberá estar de acuerdo con los nombres que se propongan para poder trabajar en la próxima gestión armoniosamente, tal como lo venimos haciendo hasta ahora", insistió.
Fascendini, quien a partir del mes de diciembre reemplazará a su correligionario Jorge Henn en la jefatura del Senado santafesino, destacó que cuentan con "un tiempo prudencial todavía" para diseñar el nuevo equipo de gobierno, razón por la cual fundamentó su salida del actual gabinete para dedicarse de lleno a lo que viene en su inminente rol de número dos del Ejecutivo provincial.
Una fuente inobjetable cercana al gobernador electo dejó trascender ayer que los nombres del gabinete de Lifschitz, muchos de los cuales el ex intendente rosarino seguramente ya tiene in péctore, se conocerían a mediados del próximo mes.
El reemplazante de Antonio Bonfatti se las ha ingeniado para mantener en estricta reserva esos nombres propios, aun cuando ha dado guiños en reuniones reservadas respecto del perfil que tendrá su nueva gestión, a la que se supone le dará su impronta personal, tal como lo hizo cuando le tocó comandar el Palacio de los Leones rosarino. Además de que ha subrayado públicamente, como lo había prometido en la campaña, que su gestión será la "más frentista de todas", en otra señal implícita a las fuerzas que integran la coalición que comanda la Casa Gris desde 2007.
Ayer Bonfatti refirió en declaraciones a la prensa que con su sucesor "nos reunimos todas las semanas y analizamos distintos temas. Uno habla y fija criterios, como ha sido durante estos cuatro años. Pero él (por Lifschitz) tiene la libertad de tomar sus decisiones", indicó el gobernador.
Cautela y estilo. Allegados al futuro mandatario provincial ejemplifican que la cautela con la que recibió Lifschitz el recambio de la cúpula de la policía provincial describe cabalmente su estilo político. "Habrá que ver cuál es el desempeño de los nuevos jefes, porque en definitiva Miguel está evaluando minuciosamente el cuadro de situación, no sólo en política de seguridad, a la que considera prioritaria, sino en cada cartera y sector de la administración, antes de decidir nombres y perfiles", concluyen describiendo la impronta del gobernador electo en junio pasado.
Otro tanto sucedió con otras decisiones tomadas en los últimos días por la actual gestión gubernamental, como el pedido de endeudamiento girado a la Legislatura, en torno a los cuales el gobernador electo no se pronunció públicamente a la espera de tener definidos los nombres que lo acompañarán en su gestión y que se aproxime la fecha de su asunción habiendo sobrellevado "armoniosamente", en términos de su compañero de fórmula, una transición tan compleja como extendida en el calendario.