El juicio contra el fiscal José María Campagnoli esperaría su "deceso por muerte natural", ya que los integrantes del tribunal decidieron esperar al lunes próximo el posible regreso de la jurado que se enfermó, mientras convocaron formalmente a su suplente para ver si el proceso se anula y se inicia un nuevo debate.
“Este juicio ha sido una farsa, hace seis meses que estoy suspendido y quiero que esto se resuelva cuanto antes para volver a mi trabajo. Pero hay que seguir esperando”, dijo Campagnoli, luego de reunirse con su equipo de colaboradores a metros de la Procuración General.
Por impulso de la procuradora Alejandra Gils Carbó, Campagnoli fue suspendido en su cargo de la fiscalía de Saavedra por mal desempeño y, entre otras acusaciones, se lo responsabiliza de haberse inmiscuido en una investigación que salpicaba al empresario Lázaro Báez y que, supuestamente, ya analizaba la Justicia federal.
Aunque la definición sobre el futuro del jury de Campagnoli se esperaba para esta tarde, los seis integrantes del tribunal -Daniel Adler (Procuración), Ernesto Kreplak (Ejecutivo) Rodolfo Ojea Quintana (Senado), Juan Octavio Gauna (Corte Suprema), Francisco Panero y Adriana Donato (ambos abogados)- decidieron que no podían tomar ninguna resolución sin la presencia del séptimo integrante y se reunirán nuevamente el lunes próximo.
Se limitaron a firmar una resolución donde se anoticiaban de la nueva licencia de María Cristina Martínez Córdoba (representante en nombre de la Defensoría General) hasta el 12 de julio por un cuadro de arritmia en una paciente con “antecedentes de hipertensión arterial y dislipemia”, y convocaban para el próximo lunes 7 de julio al suplente.
“Es preciso convocar al señor vocal suplente en representación del Ministerio Público de la Defensa doctor Leonardo Miño, lo que así se resuelve”, dijeron.
Ese día, sin embargo, se cumplirán 10 jornadas hábiles desde que está frenado el jury y por lo tanto, técnicamente, el proceso se caerá.
Será entonces cuando, con Miño ya incorporado, el tribunal definirá si prosigue con el jury que ya estaba en marcha -y que estaba en la fase final de alegatos-, si inician un nuevo debate donde se podrá convocar nuevamente a los testigos que desfilaron en las audiencias o si bastará con saber sus declaraciones en el debate interrumpido, según explicaron fuentes del caso.
“Este nudo lo armaron ellos, que lo resuelvan”, dijo el abogado Ignacio Irigaray, defensor de Campagnoli junto Ricardo Gil Lavedra, tras ser notificado de la decisión del tribunal, cuando ya se retiraba del edificio en medio de los bocinazos de la gente.
Es que desde el mediodía casi un centenar de personas se había convocado a las puertas de la Procuración, en Avenida de Mayo al 700, para pedir a los transeúntes su firma por la continuidad de Campagnoli, y arengaba a los conductores a tocar bocina para acompañar al fiscal suspendido.
Pero la audiencia no empezaba y los curiosos no entendían lo que sucedía: “Se ve que alguno más se descompuso. Gils Carbó, tratá de no estirarlo más que queremos a Campagnoli en su lugar de trabajo”, dijo un hombre tomando el megáfono.
Supuestamente Campagnoli no iba a presentarse a la frustrada audiencia, tal como lo anunciaron sus defensores cuando llegaron al edificio a las 15.30, pero los propios abogados se sorprendieron cuando vieron aparecer al fiscal en medio de la gente que lo vivaba.
Le dieron un micrófono y Campagnoli aseguró: “Esto es una farsa, yo quiero un veredicto cuanto antes y vengo a pedir una explicación”.
Ingresó así a la sede de la Procuración, donde sus abogados tuvieron que entrar a buscarlo para avisarle que todo había terminado y lo notificaron de las novedades.
Campagnoli se dirigió entonces a un bar ubicado a metros del edificio de la Procuración para reunirse con sus colaboradores (la mayoría jóvenes que trabajaban en sus fiscalías), y al retirarse dijo: “Me tienen suspendido hace seis meses, me sometí a todo este proceso y quiero que termine. Pero hay que seguir esperando, veremos qué pasa“. (DyN)