La Secretaría de Inteligencia (SI) confirmó a la Justicia que fue un agente de
esa central el hombre que habría alertado al dirigente judío Sergio Burstein, de la entidad
Familiares y Amigos de Víctimas de la Amia, que estaba siendo espiado telefónicamente.
Se trata de Hugo Alvarez, alias "Hugo Altamirano", a quien los diarios Clarín y
La Nación identificaron como la persona que el 22 de septiembre pasado llamó desde un locutorio a
la hija de Burstein para alertarle que el teléfono de su padre había sido pinchado por orden del ex
jefe de la Policía Metropolitana Jorge Fino Palacios.
La hija inmediatamente llamó a Burstein, que se encontraba en Nueva York
acompañando a la presidenta Cristina Kirchner en una gira.
La pericia. Ante el informe de la SI (ex Side), el juez federal Norberto
Oyarbide ordenó que Gendarmería Nacional haga una pericia comparativa entre las fotos del supuesto
espía que publicó Clarín y las que tiene el juzgado junto con el video del locutorio, para
determinar si es la misma persona.
La central de inteligencia también confirmó que la dirección de la casa del
supuesto Alvarez, en el conurbano bonaerense, es en la que vive el presunto agente. El periodista
que escribió la nota, Daniel Santoro, declaró ante el juez como testigo y se amparó en el derecho
de mantener reserva sobre la fuente que le brindó esos datos.
En la causa de las escuchas el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, está
procesado como presunto miembro de una asociación ilícita por la intervención de las líneas de
Burstein y de su cuñado, Néstor Leonardo, dos de la media docena de víctimas del espionaje.
El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró ayer que el
episodio del espía que le avisó a Burstein "muestra la mano del gobierno atrás" del procesamiento
de Macri.
Sostuvo a la vez que el juicio político a Oyarbide "lo pedimos por la causa
misma: realmente no tiene nada, no hay ninguna prueba, ningún indicio, ningún dato que relacione a
Macri en lo más mínimo".
"Que alguien relacionado al gobierno haya sido quien alertó, obviamente muestra
lo que nosotros estamos diciendo: el gobierno está atrás de todo esto", enfatizó.
Consultado si Burstein podría tener "relaciones turbias" con agentes del
gobierno, Rodríguez Larreta contestó: "Por supuesto. Qué casualidad que justo cuando se hace la
denuncia, Burstein estaba en Nueva York con la presidenta".
"Ahora se determinó que es un agente del gobierno el que le avisa a Burstein, y
además le dice: «Atrás de esto está Palacios». ¿Cómo sabe? Sólo puede saberlo si tiene datos de
inteligencia del gobierno, si no es imposible saber que el teléfono está pinchado y que atrás está
Palacios", afirmó.
El patrullero. Añadió Rodríguez Larreta, entre los sucesos sorprendentes, que
"se hace la denuncia en tiempo récord, le mandan a la casa un patrullero para llevarlo a la
comisaría a hacer la denuncia como si fuera un remís, y justo lo llevan cuando el juez de turno era
Oyarbide".
Desde la Justicia insisten que este dato en nada modifica la investigación.
La investigación arrojó que la pinchadura del teléfono fue autorizada por jueces
de Misiones a pedido de policías de esa provincia y del ex espía de la Policía Federal Ciro James,
de vínculos con Palacios.
Burstein fue un crítico de la designación de Palacios en la fuerza, por lo que
una de las hipótesis judiciales sería que el ex comisario pidió intervenir la línea del dirigente
judío y que James hizo el operativo para llevarlo a cabo. El final está abierto.