El presidente Alberto Fernández afirmó ayer que la deuda "es insostenible e imposible de pagar en estos términos" y que, por eso, el gobierno argentino está "iniciando un proceso de conversación y discusión" con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"La Argentina necesita reordenar esa deuda en acuerdo con el Fondo y los acreedores", dijo el mandatario al responder preguntas de los estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), en el marco de su gira por Europa.
En ese ámbito, Fernández se refirió a la decisión oficializada el martes pasado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, de utilizar recursos propios "sin asistencia del gobierno nacional" para afrontar la deuda vencida a fines de enero y anunciar el proceso de reestructuración del pasivo provincial en moneda extranjera.
"Con Axel coincidimos en que pague, lo que no significa que estamos en condiciones de pagar", expresó el jefe del Estado sobre la decisión del mandatario bonaerense.
Consultado por participantes del auditorio sobre cuál es su plan económico, el primer mandatario expresó: "El 12 (de febrero) el ministro de Economía (Martín Guzmán) va a explicar todo lo necesario, para que todos entiendan de qué se trata, para hacer sostenible la deuda. Significa darle tiempo a la Argentina para que pueda pagar".
"No es verdad que no tenemos un plan. No lo contamos porque estamos en plena negociación. Contarlo sería mostrar las cartas, y estamos jugando al poker y no con chicos", advirtió el presidente.
En ese sentido, sostuvo que "el plan es poner en funcionamiento la Argentina". Y dijo: "Me reuní con empresarios, les pedí que sigan invirtiendo".
"Tampoco quiero que la solución sea la eterna ayuda a los sectores desfavorecidos. Necesito que trabajen y generen sus propios ingresos", destacó el mandatario.