Alejandro Tullio, ex director Electoral de la Nación, defendió la resolución que habilitó el voto joven en Santa Fe y la competencia que tuvo para hacerlo el Tribunal Electoral de la provincia (TEP), puesto ahora en duda por la medida presentada por el partido País, que cuestiona el procedimiento legal para su aplicación en las Paso del 16 de julio.
“Era una anomalía lo que ocurría con el voto joven en Santa Fe y había quedado sociológicamente a contramano del resto del país”, sostuvo Tullio a La Capital. “Un chico o una chica de 16 y 17 años puede votar para presidente, diputados o senadores nacionales, pero no podía hacerlo para cargos más inmediatos a su realidad, como un intendente o un gobernador. Era incomprensible y el tribunal de la provincia vino a subsanar ese derecho restringido”, enfatizó el abogado especialista en derecho electoral.
Tullio se desempeñó como director Nacional Electoral entre 2001 y 2016. Tuvo una participación activa en la ley del voto joven que el Congreso nacional sancionó en 2012 y que se puso en práctica en las legislativas de 2013, comicios donde por primera vez pudieron votar los jóvenes de entre 16 y 17 años.
Luego, todas las provincias fueron adhiriendo por ley a ese “nuevo derecho”, menos en Santa Fe, que acaba de habilitarlo el TEP con el voto unánime de sus tres integrantes: el presidente de la Corte Suprema, Daniel Erbetta, y los camaristas Alfredo Ivaldi Artacho y Armando Drago.
El abogado Domingo Rondina, patrocinante del partido País, presentó el jueves pasado un recurso ante el TEP para que reconsidere su decisión y avisó que, caso contrario, recurriría a la Corte Suprema provincial. La objeción es que el tribunal no tiene competencia para modificar el régimen electoral e incorporar nuevos electores al padrón, ya que el artículo 29 de la Constitución santafesina establece que podrán votar los mayores de 18 años.
Tullio, sin embargo, defendió la legalidad de la medida en dos figuras que se complementan y que equiparan el derecho a votar como uno más de los derechos humanos: el principio de pro homine y lo que se denomina “bloque de constitucionalidad federal”.
“El principio pro homine, universalmente aceptado, otorga a estos jóvenes santafesinos el derecho de votar, igualándolos a los que están en la misma situación en cualquier otro distrito de la Argentina. También existe lo que se llama «bloque de constitucionalidad federal», sustentado por la Constitución nacional y los tratados internacionales sobre derechos humanos que son obligatorios para el resto de los argentinos”, explicó a La Capital el ex funcionario nacional.
Para Tullio, el plexo jurídico santafesino vigente no puede “restringir un derecho que se le reconoce a otros argentinos en iguales condiciones”.
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Por eso, insistió en el concepto de “anomalía” para definir la contradicción de que los jóvenes santafesinos de entre 16 y 17 años puedan votar para cargos nacionales y no para los provinciales, cuando estos últimos representan “una cercanía” más concreta a sus derechos como ciudadanos.
Para Tullio, la habilitación del voto joven en Santa Fe pudo hacerse vía Legislatura o por una reforma constitucional que elimine esa restricción. “Sin embargo también lo puede hacer, y es lo que hizo, un Tribunal Electoral creado para ese fin por la propia Constitución, que es el encargado de controlar los comicios y confeccionar los padrones y, en este caso, incorpora a los jóvenes de entre 16 y 17 años”.
“Los derechos políticos como el de votar son parte fundamental de los derechos humanos”, cerró Tullio.