Juntos por el Cambio (JxC) vive días intensos en los que, lejos de la proclamada unidad, cada presidenciable despliega su estrategia: Mauricio Macri, quien todavía no definió si jugará en 2023, prepara para mañana la presentación de su nuevo libro con un gran acto, el radical Gerardo Morales organiza otro mitin político para recordar el triunfo de Raúl Alfonsín en 1983 y Horacio Rodríguez Larreta se rodeó de alcaldes del mundo en la cumbre del C40, que se desarrolló en Buenos Aires.
Macri, quien sigue jugando a las escondidas respecto de si será o no candidato, presentará mañana, a las 17.30, en el predio de La Rural de Palermo, su nuevo libro “Para qué”, que contiene definiciones sobre cómo debería ser un próximo gobierno de la coalición opositora, que incluyen iniciativas como una “reducción drástica del gasto público”, una reforma laboral y previsional y la privatización o, incluso, la eliminación de ciertas empresas públicas.
Recientemente, el ex presidente insistió en que no hay espacio para un “populismo light” y afirmó que una próxima administración de Juntos por el Cambio debería implementar reformas de shock y de modo urgente, sin debates ni consensos con el resto de las fuerzas políticas.
En la presentación mañana, a la que se esperan más de 1.500 invitados entre políticos, empresarios y futbolistas, habrá un extenso video con intervenciones de quienes interactuaron con Macri profesionalmente en su carrera (en la empresa familiar Socma, en Boca Juniors, en la Jefatura de Gobierno porteña y en la Casa Rosada) y luego una charla con Pablo Avelluto, ex secretario de Cultura nacional y quien escribió el libro.
Entre los invitados se encuentran todos los dirigentes del PRO y de Juntos por el Cambio, entre ellos Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Rodríguez Larreta y Morales, además de gobernadores, intendentes y legisladores del espacio.
En la publicación, que ya está en venta en las librerías, Macri afirma la necesidad de retomar políticas ya aplicadas en la Argentina durante la década de 1990.
“Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal”, dice Macri en el texto. También habla de la necesidad de privatizar o, directamente, eliminar empresas públicas.
En tanto, en el campamento larretista la semana pasada fue ocupada en mostrar al alcalde porteño como estadista, al recibir la cumbre ambientalista de alcaldes C40.
En el evento, Rodríguez Larreta aprovechó además para seguir marcando sus diferencias con Macri en cuanto a cómo deber ser un eventual gobierno opositor.
Sobre todo, el jefe de Gobierno porteño volvió a apelar a un discurso que es la contracara del de Macri. Pidió “rescatar el espíritu del C40 en la Argentina” y llamó a “ir hacia un nuevo país de encuentros, de unidad y de trabajo”.
Si el PRO debe ampliar sus alianzas políticas y crear o no una coalición amplia para gobernar, sigue siendo la principal diferencia (y no menor) entre Macri y Rodríguez Larreta en cuanto a la forma de encarar una futura administración nacional.
En el espacio de Bullrich, en tanto, están exultantes con lo que interpretan como un aval concreto de Macri para la campaña de la ex ministra de Seguridad nacional.
Pero, más que por el presunto respaldo de Macri, Bullrich está más preocupada por que Rodríguez Larreta no use los fondos porteños para la campaña presidencial.
Del lado del radicalismo, Morales prepara un acto con épica para mostrar un radicalismo unido al cumplirse otro aniversario del retorno de la democracia, con el triunfo de Alfonsín en 1983.
Al acto —el sábado próximo en Costa Salguero— fueron invitados radicales de todo el país. En ese marco, el senador nacional Martín Lousteau intentará apuntalar su perfil como posible sucesor de Larreta.
La otra pata de la sociedad, la Coalición Cívica (CC), también muestra los dientes y decidió diferenciarse de la estrategia mayoritaria de JxC en el Congreso a la hora de votar el presupuesto nacional, al que no acompaña.