La Justicia de Córdoba condenó ayer a prisión perpetua a 28 represores de la última dictadura militar por los crímenes cometidos en el campo de concentración La Perla-La Ribera, entre ellos el ex jefe del III Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez, quien recibió su undécima pena máxima.
La lectura del fallo estuvo a cargo del presidente del Tribunal Oral Federal Nº1, Jaime Díaz Gavier, quien también enumeró las perpetuas para dos ex jerarcas del centro clandestino de detención: los ex capitanes del Ejército Ernesto Guillermo Nabo Barreiro (uno de los líderes de la rebelión carapintada contra el gobierno de Raúl Alfonsín en 1987) y Héctor Pedro Vergez.
En total, el tribunal dictó 28 perpetuas, 10 condenas de dos años y seis meses a 21 años de cárcel y cinco absoluciones.
A Menéndez, de 89 años, se lo halló culpable de 282 desapariciones "agravadas por resultar la muerte de la víctima", 54 homicidios, 297 privaciones ilegales de la libertad y 656 casos de torturas.
La lectura del fallo —considerado "histórico" por tratarse de uno de los centros clandestinos más sangrientos de la dictadura— fue seguida por una multitud de más de 10 mil personas.
Al finalizar la audiencia, cerca de las dos de la tarde, los familiares de las víctimas que estaban en la sala profirieron gritos de "asesinos" a los acusados que se retiraban y algunos contestaron alzando los puños y con amenazas verbales. Uno de los cuales, el ex personal civil de inteligencia Arnoldo José López, alias Chubi y condenado a perpetua, amenazó al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, presente en la sala, vociferando "los vamos a secuestrar".
Barreiro estuvo acusado de 264 casos de homicidio calificado, y Vergez fue imputado de 161 homicidios calificados. También fue condenada a la pena máxima la única mujer procesada en Córdoba por delitos de lesa humanidad: la ex policía Mirta Graciela Antón.
En la calle, las miles de personas que participaron del histórico proceso siguieron la transmisión en directo de la audiencia sobre una pantalla gigante instalada frente a la sede del tribunal y estallaron en aplausos y gritos luego de la lectura de cada una de las sentencias condenatorias por parte de Gavier.
El gobernador Schiaretti, que fue prisionero político de la dictadura, presenció la audiencia junto a su esposa, Alejandra Vigo, y luego del veredicto se quebró de emoción al recordar a una compañera de militancia desaparecida.
"La Perla es el símbolo del horror, de la barbarie, de la muerte, de la violación a los derechos humanos, de los crímenes de lesa humanidad y del terrorismo de Estado que tuvo la dictadura genocida en la provincia", declaró Schiaretti.
Entre los asistentes también estaban la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, filial Córdoba, Sonia Torres; el ministro de Justicia provincial, Luis Angulo; Gustavo Tissera (Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba), Emiliano Salguero y Silvia Di Toffino (Hijos), Soledad García (Asociación Ex Presos Políticos de Córdoba), Leticia Racciotti (Ex Presos Políticos por la Patria Grande) y María Mercedes Aranguren (Asociación Integración de Ex Presos Políticos de Córdoba).
La activista Cecilia Pando, esposa de un ex militar, pudo ingresar a la sala de audiencias y definió al juicio como "un circo" (ver aparte).
Este proceso duró casi cuatro años. Había empezado el 4 de diciembre de 2012 y los jueces escucharon las declaraciones de más de 700 testigos, entre los cuales hubo sobrevivientes y familiares de víctimas. En principio había 58 acusados, pero 11 fallecieron y cuatro fueron apartados de la causa.
El juicio acumuló 21 expedientes, de los cuales sobresalieron la "causa Mackentor", referida a una empresa que realizaba obras públicas (viales e hidráulicas) para el Estado. En abril de 1977 tropas de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV coparon esa firma, la intervinieron y se apropiaron ilegalmente de ella y sus acciones porque, según la dictadura, "la empresa financiaba a la subversión".
También se juzgó la "causa del nieto de Sonia Torres". Esta causa tuvo como víctimas a Silvina Parodi (hija de Sonia Torres) y su pareja Daniel Orozco. Ambos fueron secuestrados en marzo de 1976 y llevados a La Perla: ella estaba embarazada y el bebé desapareció.
Dentro de los 21 expedientes se encuentra la "causa Comando Libertadores de América", la versión cordobesa de la Triple A que funcionó a partir del año 1975, antes del derrocamiento de Isabel Perón el 24 de marzo de 1976. Este grupo integrado por policías, civiles y militares y liderado por el capitán (r) Héctor Vergez, secuestraba, torturaba y mataba a militantes políticos y sociales.