La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió hoy, con evidente emoción, “perdón”
a las víctimas del terrorismo de Estado que sufrió la Argentina en la década del 70 por la demora
en el juzgamiento a los responsables de la violación a los derechos humanos durante la última
dictadura.
“Les pido perdón, en nombre de todos los argentinos, por no haber podido hacerlo antes.
Son más de 30 años, 25 años de democracia”, declaró emocionada ante familiares de personas
desaparecidas durante la dictadura y argentinos que tuvieron que exiliarse en Italia, al reunirse
con ellos en la Embajada argentina en Roma.
Fernández de Kirchner destacó que “los tres poderes del Estado derrumbaron el muro de
la impunidad y (eso) permite que hoy quienes violaron masivamente los derechos humanos de los
argentinos sean juzgados”.
Resaltó que esos procesos son llevados adelante “por los jueces de la Constitución, de
acuerdo a las leyes de la Constitución y con todas las garantías y derechos que toda sociedad
civilizada y democrática debe a sus ciudadanos y ciudadanas”.
La presidenta dijo que la “lucha de la memoria, la verdad y la justicia” apunta a
“una construcción solidaria y diferente” de país “en la que hombres y mujeres,
cualquiera sea su nacionalidad y religión, puedan reconocerse”.
En su última día de visita a Roma, la mandataria mantuvo un encuentro con miembros de
organizaciones de derechos humanos, ex presos políticos y familiares de personas asesinadas por la
última dictadura militar y por la Triple A en la década del '70.
Fernández de Kirchner destacó la presencia de familiares de Silvio Frondizi, un destacado
sociólogo argentino de ideología marxista asesinado por la Triple A en 1974, y de la monja francesa
Léonie Duquet, secuestrada y posteriormente asesinada durante la última dictadura militar.
También remarcó que los exiliados “tuvieron que dejar la Patria para salvar su vida y
que sin embargo no se olvidaron de lo que pasaba en su país, y juntando fuerzas para luchar para
que la memoria, la verdad y la justicia puedan llevarse adelante”.
La jefa de Estado brindó todo su discurso visiblemente emocionada, casi con la voz quebrada y
hasta tuvo que acortar su alocución al no poder contener las lágrimas. (DYN)