El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, rechazó la iniciativa
del diputado kirchnerista Alejandro Rossi que propone tomar exámenes periódicos a los
jueces, al afirmar que “como acto de gobierno, la sentencia está muy controlada, mucho
más que los actos de otros poderes del Estado”.
“Nadie ve la necesidad de tomar exámenes. Si un juez tiene muchas sentencias malas,
se lo puede echar. Tenemos cosas mucho más importantes que discutir”, estimó.
Lorenzetti sostuvo que “como acto de gobierno, la sentencia está muy controlada,
mucho más que los actos de otros poderes del Estado”, en declaraciones al diario La
Nación publicadas hoy.
En la inauguración de la Asamblea de la Federación Latinoamericana de la Magistratura que
se llevó a cabo ayer en Mar del Plata, el titular del máximo tribunal exhortó a sus pares a
unirse.
“Los jueces tienen que ser muy activos en la defensa de los derechos de los
ciudadanos. Tenemos que tener un poder del Estado que tenga una relación sólida con la
sociedad. De lo contrario, ese poder siempre será débil”, advirtió.
Lorenzetti expresó su rechazo al proyecto del kirchnerismo, que fue respaldado por el
ministro de Justicia, Julio Alak, quien consideró a los jueces parte de un poder
“aristocratizante”.
“No sé a qué se refiere, ¿será que los jueces son de clase alta? -replicó el
magistrado-. La gran mayoría no lo son. En mi caso, por ejemplo, mi mamá era maestra y mi
papá viajante de comercio”.
De todos modos, intentó bajar el tono de la discusión al señalar que “la tensión
entre poderes es normal”.
Consultado sobre el proyecto de Rossi, dijo que “una iniciativa es para solucionar
un problema y acá lo primero que hay que ver es si el problema está”.
Agregó que “nadie ve la necesidad” de examinar a los magistrados y manifestó
que “si un juez tiene muchas sentencias revocadas, es causal de juzgamiento; si tiene
muchas sentencias malas, se lo puede echar”.
“Tenemos cosas mucho más importantes que discutir. Hay que mejorar mucho el Poder
Judicial para que sirva a la población”, completó.
Alejandro Rossi, hermano de su par Agustín, propuso la reforma del Consejo de la
Magistratura y que los jueces sean evaluados cada cuatro años desde el momento de su asunción
por un jurado conformado por la Comisión de Selección del cuerpo.
“En caso de que el resultado del examen demuestre un inexcusable desconocimiento del
derecho aplicable, la comisión elevará su informe a la Comisión de Disciplina y Acusación
advirtiendo de tal situación”, señala la iniciativa.
La reprobación en el examen será causal de remoción y posibilitará la apertura de un
expediente que podría derivar en el juicio político.
Además, el proyecto mantiene la conformación actual del Consejo: seis legisladores (cuatro
de ellos del oficialismo), tres jueces, dos abogados, un catedrático y un representante del
Poder Ejecutivo.
Impulsa una modificación del mecanismo en que se designa a representantes de jueces,
abogados y académicos en el Consejo: propone que los magistrados y los catedráticos sean
elegidos por el voto directo de sus pares y que los abogados surjan de una elección
popular. (DyN)