El Tigre Acosta se queja porque la cárcel común le provoca "efectos psicofísicos"
El ex capitán de la Armada Jorge
El Tigre Acosta, procesado como supuesto jefe de los torturadores que actuaron en el
campo de concentración de la Esma, afirmó que su reclusión en la cárcel de Marcos Paz le causa
“efectos psicofísicos” que “me suenan a tormentos”.
3 de abril 2008 · 18:02hs
Buenos Aires.- El ex capitán de la Armada Jorge
El Tigre Acosta, procesado como supuesto jefe de los torturadores que actuaron en el
campo de concentración de la Esma, afirmó que su reclusión en la cárcel de Marcos Paz le causa
“efectos psicofísicos” que “me suenan a tormentos”, según
señalaron hoy en tribunales.
El marino cumple prisión preventiva en el sector de ese penal federal
reservado para ex represores procesados de la dictadura -militares, policías y el cura
Christian Von Wernich-, que en la jerga carcelaria se conoce como el “pabellón de lesa
humanidad” por el tenor de los delitos imputados a sus moradores.
Acosta se quejó de que su situación procesal representa
una “persecución terrorista del Estado por medios gramscianos”, en alusión
al teórico comunista italiano Antonio Gramsci, que ejecutan, siempre según su visión,
“los terroristas que gestionan al respecto desde el gobierno nacional”.
Esos conceptos, entre otros, figuran en una carta manuscrita que Acosta
entregó a su defensora oficial Verónica Blanco, para que adjunte a todas las causas en que
está imputado, y en la que recalca sobre su detención en una cárcel común y civil: “Me
agravia en grado sumo y ataca mis derechos personalísimos”.
Ex jefe operativo del Grupo de Tareas 3.3.2, que secuestraba guerrilleros y
opositores políticos de la dictadura, a quienes internaban en el centro clandestino de
detención de la Esma y los torturaban, está procesado por el juez federal Sergio Torres en
la denominada megacausa Esma.
Entre otros casos, Acosta está procesado por el secuestro y desaparición de
la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor de De Vicenzi y de las monjas
francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Según testimonios de sobrevivientes de la Esma, Acosta solía jactarse
delante de ellos de “ser Dios” porque, según recordaron, aseguraba: “Yo
decido quién se va al cielo”, es decir quién subía a los Vuelos de la Muerte desde los
cuales arrojaban prisioneros al mar y era eliminado. (DyN)