“Yo apenas tenía siete años cuando mi mamá fue secuestrada de la casa de mis abuelos,
llevada a una sesión de torturas en la «Casita del Terror» y luego trasladada a la seccional
Cuarta. No sabemos en cuál de los dos sitios la mataron, pero su cuerpo fue encontrado y ninguno de
los partícipes aún fue condenado”. El conmovedor testimonio periodístico de la hija de la
profesora de Letras Alicia López coincidió ayer temporalmente con la primera audiencia del juicio
oral y público contra el ex comisario Mario Facino, principal acusado por la desaparición forzada y
asesinato de la docente en la capital santafesina durante la última dictadura militar.
El proceso sustanciado ante el tribunal oral presidido por María Ivon
Vella en la céntrica sala de audiencias del Juzgado Federal la capital provincial se inició con el
requerimiento fiscal de elevación a juicio, en el que la acusación detalla las imputaciones que
pesan sobre el ex jefe policial de la comisaría Cuarta y ex jefe comunal del distrito costero de
San José del Rincón en la década del ’90.
El represor, reciclado en tiempos democráticos en polémico dirigente
político, y que desde ayer volvió a sentarse en el banquillo de los acusados luego de recibir una
condena a 20 años de prisión —que cumple en su domicilio por su avanzada edad— en la
denominada causa Brusa, rehusó ayer declarar ante el Tribunal integrado también por los vocales
José María Escobar Cello y Ricardo Moisés Vázquez.
Por decisión de los abogados defensores del ex represor se redujo en una
decena la extensa lista de testigos que deberán prestar declaración en el tercer juicio por delitos
de lesa humanidad que se sustancia en los tribunales federales capitalinos. Durante el desarrollo
del juicio también está prevista una inspección ocular a la sede policial de Tucumán y Zavalla,
enclave de detenciones clandestinas durante los años de plomo, según numerosos testimonios, en el
tiempo que Facino comandaba la seccional Cuarta.
A Facino se lo acusa de los delitos de privación ilegítima de la
libertad en concurso real con los delitos de tormentos agravados por ser ejercidos contra
perseguidos políticos y homicidio. “Se trata del primer juicio que se tramita en Santa Fe por
homicidio, ya que hay testimonios que afirman haber visto a Alicia (López) muerta, y en eso se basó
la imputación y el procesamiento de Facino”, explicó el abogado querellante José
Iparraguirre.
Alicia López fue secuestrada junto a su esposo Luis Juan Rodríguez en su
vivienda del barrio Candioti el 21 de octubre de 1976, cuando era dirigente de las Ligas Agrarias.
“Ella tenía 30 años, era muy débil de salud, medía 1,50 metro, pesaba 40 kilos, yo soy gorda
y alta al lado de ella”, recordó María Isabel Rodríguez al relatar ayer el calvario que le
tocó atravesar a la docente antes de ser asesinada. Hoy le tocará revivir esa cruel instancia
cuando declare ante el Tribunal que juzga a Facino como autor de la desaparición de su madre. l