El paro nacional convocado por las centrales sindicales opositoras no alteró demasiado el ritmo habitual de la ciudad, que cobró una fisonomía similar a la de un día laborable normal de enero o un sábado por la mañana. Las escuelas y universidades públicas estuvieran cerradas, lo mismo que los bancos, pero las dependencias municipales, los Tribunales provinciales, el comercio y los bares del centro, además del transporte público, funcionaron prácticamente con normalidad, aunque con una menor circulación de personas. Los piquetes que se desplegaron en los accesos a la ciudad no representaron bloqueos totales por largo rato, y el transporte y los particulares pudieron llegar a destino, en algunos casos tomando desvíos. Así, el paro tuvo mucho menor impacto que el realizado el 10 de abril pasado, siendo la diferencia clave la actitud de los colectiveros, que en aquella ocasión adhirieron a la huelga, y ayer no.
A primera hora de la mañana de ayer se vio disminuida la circulación de vehículos habitual ante el cierre de las escuelas públicas. Luego, con el correr de las horas el tránsito se volvió a entorpecer como es habitual en la zona céntrica y en los alrededores de los Tribunales provinciales. El mismo panorama se observó en la zona de la ex Aduana y los centros de distrito municipales.
Distinto fue el panorama en los puertos de la región, donde la inactividad fue total, mientras que en los accesos a la ciudad y la Circunvalación se acumularon camiones, tanto por el acatamiento total de los choferes al paro como por la imposibilidad de acceder a las terminales. No obstante, en ningún caso impidieron por completo la circulación de vehículos, que sólo debían disminuir su velocidad por precaución.
También ocasionaron demoras y la necesidad de desvíos los piquetes que la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y partidos de izquierda instalaron en los cruces de Circunvalación con avenida Perón, Juan José Paso y Sorrento, y en el acceso a la autopista a Buenos Aires. De todos ellos, el más compacto fue el instalado en bulevar Oroño, frente al City Center, donde durante las primeras horas de la mañana fue imposible pasar, y los automovilistas y ómnibus que venían desde el sur debían desviarse en la ruta A012 e ingresar a Rosario por otro acceso, lo mismo que aquellos que pretendían salir hacia Capital. Los piquetes fueron levantados después del mediodía, en sintonía con lo que ocurría en los accesos de Capital Federal.
Ni escuelas ni bancos. Amsafé Rosario adhirió al paro y la inactividad fue casi total en las escuelas públicas, aunque los establecimientos privados funcionaron normalmente ya que el gremio Sadop no adhirió.
El secretario general de Amsafé Rosario, Gustavo Teres, dijo que "el paro es contundente; recorrimos muchas escuelas que están cerradas, al igual que en la administración pública, bancos, universidades y profesionales de la salud". Agregó que el paro "muestra un malestar muy grande inclusive en trabajadores de gremios que no adhirieron".
Los bancos también estuvieron con las puertas cerradas dando a la city un aspecto sabatino. La Bancaria además realizó un acto en la esquina de San Martín y Santa Fe y una marcha por el centro, aclarando que paraba por el plan de lucha propio que vienen desarrollando y no por adherir a la convocatoria de las centrales sindicales opositoras. En tanto, no se reportaron faltantes de billetes en los cajeros automáticos, pese a que ayer no fueron recargados y la falta de transporte de caudales.
Comercios y bares, abiertos. Tanto en el centro como en los barrios, los comercios, bares y talleres abrieron sus puertas con normalidad, aunque admitieron una menor afluencia de clientes.
En ese sentido, Ricardo Diab, titular de la Asociación Empresaria de Rosario, señaló que la mayoría de los comercios y bares abrió, aunque "al haber menos gente circulando, se trabajó alrededor del 50 por ciento de lo habitual". Señaló que "hasta el mediodía hubo actividad normal y por la tarde algunos ya optaron por cerrar sus puertas antes de lo habitual".
Omnibus y taxis, en la calle. El transporte público circuló afectado por la necesidad de hacer desvíos ante algún piquete y con una frecuencia más parecida a la de un día sábado, y tampoco se reportaron episodios de violencia excepto una intimidación a un chofer de la línea interurbana en San Lorenzo por la madrugada. Ese hecho puso en duda la continuidad del servicio, pero luego los coches permanecieron en las calles sin alteraciones.
El paro sí fue total en las estaciones de servicio que permanecieron cerradas y no expendieron combustibles desde las 0 de ayer.
Este parate en los surtidores comenzó a afectar a los taxis al promediar la tarde de ayer. Horacio Boix, del sindicato de Peones de Taxis, señaló que el servicio "fue normal y se trabajó como es habitual, aunque se comenzaron a ver restricciones a medida que se fue terminando el combustible". Explicó que los tacheros optaron por "esperar a los pasajeros en las paradas para economizar el combustible".
José Tornambé, de la cámara de titulares de licencias Catiltar, señaló que "un alto porcentaje de la flota salió a trabajar, pero muchos se tuvieron que guardar a la tarde al terminarse el GNC que utiliza el 95 por ciento" de los coches. Afirmó que el paro en las estaciones de servicio fue total excepto "la GNC de YPF de España y Santa Fe, que trabajó de madrugada pero luego la hicieron cerrar". Indicó que los tacheros pudieron "aprovechar que la gente que quedaba varada por el desvío del recorrido de un ómnibus se tomaba un taxi", a la vez que "no se reportaron problemas con los piquetes".
Sin recolección de residuos. El paro se sintió con el correr de las horas en la acumulación de residuos que comenzaron a saturar los contenedores, ya que el paro del sindicato de Recolectores fue total, y se espera que hoy se normalice la higiene de la ciudad. Al respecto, Marcelo Andrada, secretario general del sindicato de Recolección y Barrido de Santa Fe, destacó que "hubo más del 60 por ciento de acatamiento en Rosario" al paro nacional.
La inactividad fue total también en Aguas Santafesinas y la EPE por la adhesión de los gremios de Obras Sanitarias y Luz y Fuerza, aunque sí se pudieron ver cuadrillas de contratistas de la empresa de energía y aguas realizando tareas en las calles de la ciudad.