Carlos Fara sostiene que, de acuerdo a los números de su consultora, hoy Sergio Massa marcha primero en la grilla de candidatos a la Presidencia. A la hora de expresar debilidades y fortalezas de cada uno de los postulantes, el politólogo y titular de la Consultora Carlos Fara y Asociados hace hincapié en que la mayoría de la sociedad no pretende cambios radicalizados luego de 2015.
En una entrevista con La Capital, el destacado profesional porteño asegura que los mensajes del oficialismo instalando escenarios de temor por un eventual triunfo opositor no calan hondo entre los argentinos y cree que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, no bendecirá como propia la postulación del gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
A la hora de evaluar los recientes dichos del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sobre su deseo de mantener algunas estatizaciones y planes clave del kirchnerismo, Fara elogia esa movida y vuelve a hacer hincapié en el deseo de la sociedad de mantener en pie algunas políticas medulares. En relación a las chances del Frente Amplio Unen (FAU), Fara advierte que le falta un liderazgo fuerte y competitivo. “De los cuatro espacios políticos más relevantes es sin duda el más débil”, apunta.
—¿Está de acuerdo con los que sostienen que hay un triple empate en intención de voto entre Macri, Massa y Scioli?
—No, nosotros hace mucho tiempo que vemos primero a Massa, segundo a Scioli y tercero a Macri. Si medimos un escenario de sólo cuatro candidatos —ellos tres más uno del FAU— existiría cierta paridad entre Massa y Scioli, con un Macri tercero lejos.
—¿Considera que el camino de Scioli en la interna kirchnerista está despejado o alguno de los otros precandidatos podría competir con él en pie de igualdad?
—Por ahora no. Randazzo se instaló pero está muy lejos y está estancado. Parece difícil que esa primaria se le complique a Scioli, está muy instalado.
—¿La presidenta terminará apoyando a Scioli?
—No creo que termine apoyando a nadie. Si Scioli no fuese ganador en la general ¿por qué lo va a apoyar? Además, no es su candidato preferido.
—¿Qué verosimilitud les otorga a las versiones recurrentes que dicen que Cristina preferiría un triunfo de Macri para consolidarse como oposición y regresar en 2019?
—Es probable. El kirchnerismo entiende al espectro político como ellos —”la izquierda”— y prefiere un antagonista que actúe como “la derecha”. De ese modo los sitúa no sólo como uno de los dos protagonistas indiscutidos, sino que además creen que de ese modo la mayoría social —progresista— siempre los vas a tomar como la referencia válida. Los grises —como Massa o el FAU— no los ayudan en ese objetivo.
—¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de Massa?
—A favor: es el candidato con mejor imagen, es el gran ganador de 2013 con el impacto que eso significa para el electorado nacional, dejó un buen recuerdo de su paso por la Intendencia de Tigre y la Ansés, quedó identificado con la lucha contra la inseguridad, representa el cambio moderado y no está mayormente identificado como peronista ni kirchnerista. En contra: no está en cargo ejecutivo, le falta estructura nacional, y corre riesgo de que se le peronice la campaña y así quedar no tan bien posicionado.
—¿Y respecto de Macri, cuáles son los pro y cuáles los contra?
—A favor: es innovador como fenómeno político, está en el mejor momento de su gestión en la Capital, y puede sintonizar con la mayoría que quiere que el próximo presidente de la Nación no sea ni kirchnerista, ni peronista. En contra: falta de estructura a nivel nacional, no transmite afectividad, representa mejor el cambio radical (cuando la preferencia es por un cambio moderado), corre riesgo que se lo emparente con los 90, Massa ocupa mejor el espacio del cambio moderado, y no tiene base sustentable en la provincia de Buenos Aires.
—¿Hasta qué punto el Frente Amplio Unen se debilitó por las peleas internas?
—Las peleas internas no ayudan. Pero lo que más afecta es la falta de un liderazgo fuerte y competitivo. De los cuatro espacios políticos más relevantes es sin duda el más débil.
—¿Cree que habrá una competencia pareja en el FAU entre Binner, Sanz y Cobos?
—Ahora se sumaron Carrió y Solanas. En cualquiera de los casos va a ser una disputa muy pareja porque ninguno es carismático, ni tiene una gestión actual para mostrar que haga diferencia.
—¿Tiene alguna chance el “no peronismo” de pasar al ballottage si no hay acuerdo Macri-FAU?
—Sí hay chances, desde el momento que cerca del 50% quiere que el próximo presidente no sea ni peronista, ni kirchnerista. El tema es que Massa es quien más votos recoge en esa mitad del electorado. Pero en cuanto a mercado, hay posibilidades. Si hay acuerdo Macri-FAU sin duda ayudará. Pero ojo que no todo el voto FAU se iría con Macri. Hoy bastante poco se traslada. Macri los tiene que seducir más allá de que haya una alianza.
—¿Qué lectura hace del miedo que pretende instalar el oficialismo si hay un triunfo opositor?
—No tiene efecto. A la sociedad no le gustan las extorsiones. Les sirvió a los opositores para explicitar qué van a mantener de los gobiernos de Néstor y Cristina.
—¿Le sirve a Macri haber dicho que mantendrá las leyes clave del kirchnerismo?
—Sí, le sirve. Como en su momento le sirvió a De la Rúa decir que iba a mantener la convertibilidad de Menem. Este electorado no quiere empezar de cero otra vez. Quiere continuidad de lo bueno y cambiar lo malo. Sobre todo le sirve a Macri porque es quien está más identificado con un cambio radical. El problema es que el candidato moderado se llama Massa. Y cuando alguien ocupó un lugar es difícil desplazarlo.