El diputado kirchnerista José María Díaz Bancalari replicó ayer a la Iglesia Católica que el gobierno no "aprovecha en forma espuria" el conflicto diplomático con Gran Bretaña por la soberanía de las Islas Malvinas, luego de que el Episcopado advirtiera que el manejo del tema debe ser "una cuestión de Estado y no sólo del gobierno".
Además, el legislador advirtió que la resolución de este tipo de asuntos, "si no es políticamente", sólo tiene la vía de la "guerra" y alertó que "es un anhelo de todos los argentinos volver en paz a tener" el archipiélago.
"Nadie aprovecha en forma espuria una política de esta naturaleza, que es una política de Estado", replicó Díaz Bancalari.
El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, había advertido: "Esta es una cuestión de Estado y no sólo del gobierno. Nadie, ni el oficialismo ni la oposición, debería aprovecharse de esta situación tan delicada, que hace al futuro de todos los argentinos".
"Si no es políticamente, es por la guerra. ¿Cómo se va a resolver?", retrucó ayer Díaz Bancalari, quien fue sometido a una golpiza por hombres que se identificaron como ex combatientes de Malvinas el martes pasado frente a la Casa de Gobierno, tras el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de la desclasificación del informe Rattenbach.
El legislador, en medio de su réplica de ayer a Arancedo, argumentó que, "en algún momento, la política tiene que volver a ser el instrumento pacífico de transformación social y del logro de objetivos de distintas naciones".
"El día en que se me agredió, estaban (en la Casa Rosada) la mayoría de los partidos políticos porque la posibilidad de que podamos volver en paz a tener nuestro territorio es un anhelo de todos los argentinos", argumentó y definió al manejo del conflicto por parte del gobierno como "política de Estado".
Adujo que "existen en el Congreso de la Nación dos comisiones de Relaciones Exteriores, donde todos los temas se debaten y en las que están integrados todos los partidos".
"Es más, las comisiones de Relaciones de Exteriores de Diputados y Senadores, el 24 de febrero próximo, sesionarán en Tierra del Fuego y, ahí, estarán todos los partidos", concluyó en diálogo con radio El Mundo.
"Búsqueda del diálogo". Por su parte, el presidente de la Pastoral Social de la Iglesia, Jorge Lozano, destacó ayer la decisión del gobierno nacional de denunciar ante la ONU la "creciente militarización" del Atlántico Sur y "la búsqueda del diálogo" a través de la diplomacia.
Así, el obispo de Gualeguaychú respaldó la postura de Arancedo, quien el viernes dijo a DyN que era "correcto tanto el justo reclamo de soberanía como el camino diplomático elegido".
Lozano señaló que la postura de la Casa Rosada era de "una palabra sensata, serena que busca ubicar la cuestión en el ámbito que corresponde, el de la diplomacia y la búsqueda del diálogo".
Asimismo, en diálogo con radio Mitre destacó la decisión de "acudir a organismos internacionales cuando no hay posibilidades de diálogo directo", en alusión a la presentación que realizó Argentina ante la ONU.
"También es bueno lo que el gobierno nacional ha hecho en su queja por la creciente militarización de la zona", remarcó el prelado.
Y, señaló que esa actitud "pone luz desde esta perspectiva teniendo en cuenta también pareceres de las comunidades religiosas".
La de Malvinas, dijo, "es una cuestión de la sociedad en su conjunto".
"No queremos atravesar situaciones bélicas, sabemos que los conflictos hay que solucionarlos por las vías del diálogo", destacó el prelado.
Lozano cuestionó además el rol de la dictadura cívico-militar en el inicio de la guerra en 1982 al condenar que "la instrumentación que se hizo en aquel tiempo del conflicto que poco tenía que ver con las verdaderas intenciones de la Nación".