El gobierno prepara un nuevo festival gratuito en la Plaza de Mayo para el 10 de diciembre próximo, en el que la presidenta Cristina Kirchner buscará concentrar a una multitud y dar una demostración de fuerza de cara a las elecciones de 2015, acompañada por todos los precandidatos del oficialismo para la sucesión.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, nuevo aniversario de la recuperación democrática, la jefa del Estado será la única oradora del acto central desde un escenario montado en las puertas de la Casa Rosada, donde actuarán varios artistas y habrá espectáculos musicales durante toda la jornada.
En la organización están trabajando la Unidad Bicentenario de la Secretaría General de la Presidencia en coordinación con la Secretaría de Cultura, y aún no se conocen detalles de la elección y contratación de artistas, ya que recién mantuvieron las primeras reuniones al respecto.
Sí se giraron invitaciones para todos los precandidatos del FPV que aspiran por la sucesión presidencial en diciembre 2015, los que en principio compartirían el escenario principal junto a la mandataria. Cristina Kirchner bendeciría, de esta forma, la competencia interna de cara a las Paso de agosto: si bien el gobernador bonaerense Daniel Scioli es quien ostenta la mayor intención de voto en todas las encuestas, son por el momento casi una decena los dirigentes en carrera: Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Agustín Rossi, Jorge Taiana, Julián Domínguez y Aníbal Fernández, entre otros.
Con la Presidenta ubicada en el epicentro de la futura decisión electoral, el acto a un año exacto de entregar la banda y el bastón de mando le servirá como elemento disciplinador dentro del peronismo, a fin de evitar que se adelanten los movimientos autónomos de cara a los comicios.
Con la capacidad de movilización de intendentes y gobernadores del PJ y de los agrupaciones políticas del oficialismo, el Ejecutivo buscará reunir a una multitud en la Plaza de Mayo, a pesar de que el festival se realizará un miércoles, en medio de una semana laboral.
Ese día, además, se jugará en Buenos Aires el partido de vuelta por la final de la Copa Sudamericana de fútbol, lo que implicará un operativo de seguridad importante.
De esta forma se pretende replicar aquel acto masivo del kirchnerismo del 25 de mayo y que había continuado con una serie de encuentros de las distintas agrupaciones y partidos alineados con la Casa Rosada, como el que realizó el Movimiento Evita en Ferro y el de Unidos y Organizados en Argentinos Juniors, recordado por el debut de Máximo Kirchner como orador estrella.
Mientras, Domínguez encabezó en Parque Norte un nuevo plenario de su agrupación, el Movimiento San Martín, y junto a dirigentes que respaldan sus aspiraciones nacionales llamó a "profundizar el cambio" de la "mano de la presidenta Cristina Kirchner". Estuvieron Adolfo Pérez Esquivel, León Arslanian y la la ex vicegobernadora de Santa Fe María Eugenia Bielsa.
La arquitecta reivindicó el espacio del Frente Para la Victoria y subrayó las virtudes del gobierno nacional.
La hija de Moreau pide un frente UCR-Massa
La dirigente del radicalismo bonaerense Cecilia Moraeu reclamó ayer que el Frente Amplio Unen (FAU) llegue a un "acuerdo orgánico con el Frente Renovador" de cara a las elecciones presidenciales del año próximo.
"Creo que el radicalismo tiene que llegar a un acuerdo orgánico con el Frente Renovador como el que hizo con (Roberto) Lavagna en 2007, en el que se discutan programas y ejes de gobierno", sostuvo la exdiputada provincial.
Dijo que este acuerdo debe realizarse "en el ámbito nacional", sin perjuicio de las alianzas provinciales que formaron el radicalismo y el massismo en Jujuy, Tucumán, Tierra del Fuego y Formosa, entre otros distritos. "El presidente del partido (Ernesto Sanz) dice que hay que ir con Macri. Otro dice que hay que ir con Sergio Massa. Lo que no veo es que el radicalismo esté discutiendo si vamos con (Julio) Cobos, con Sanz, con lista 3 o con Unen", planteó Moreau, hija del histórico dirigente del radicalismo Leopoldo Moreau.
La ex diputada dijo que conoce a Massa "desde 2007, cuando él era intendente" y ella ocupaba una banca en la Cámara de Diputados bonaerense: por eso señaló que el tigrense "siempre ha actuado con todos los sectores y nunca ha hecho discriminación entre peronistas y radicales" y que "además cree en el sistema de partidos políticos".
"Me crié en el radicalismo. Mi vida, mi familia tienen que ver con el radicalismo. Me formé en el alfonsinismo. Mi militancia más consciente fue en los 90, contra el menemismo, contra la derecha. Por eso, con el PRO, que para mí es un grupo empresario que se enriqueció a través del Estado, no quiero ir", concluyó.