El presidente Alberto Fernández firmó ayer con empresarios, representantes gremiales y de movimientos sociales el “Compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad” que busca “consensos de largo plazo, que vayan más allá de un período presidencial y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas.”
Para procesar esos acuerdos, se coincidió en la necesidad de poner en marcha un Consejo Económico y Social. Según precisaron fuentes oficiales, la agenda a llevar adelante en este pacto social incluye entre otros temas prioritarios un esquema de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de servicios públicos, la creación de empleos de calidad, alentar la inversión productiva y las exportaciones con valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, así como la promoción de las pymes.
Se destacó también que la futura discusión en el seno del parlamento del próximo presupuesto nacional, “constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación.”
Voceros oficiales informaron que el presidente explicó en la reunión que se realizó en la Casa Rosada que “la idea de este acuerdo, es empezar a lograr un diálogo franco para asumir los problemas que tenemos”.
Junto al primer mandatario, estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros, del Interior, Eduardo Wado de Pedro; de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni; de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.
Asimismo, participaron representantes de los trabajadores entre los que se encontraban Héctor Daer, Carlos Acuña, Hugo Moyano, Andrés Rodríguez y Víctor Santa María, informó presidencia en un comunicado.
También estuvieron el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, el vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), Ricardo Diab; y representantes de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Apyme), y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Entre los representantes de los movimientos sociales, estuvieron referentes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, y el Frente Popular Darío Santillán, entre otras.
El documento el “Compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad” no recibió el apoyo de las entidades que conforman la Mesa de Enlace. Es más, Federación Agraria Argentina salió a última hora de la tarde ayer a aclarar que ningún dirigente de la entidad asistió a la convocatoria del gobierno y que tampoco se suscribió al compromiso, pese a una comunicación de Presidencia que hablaba en ese sentido.
Estado de situación
“La Nación atraviesa una situación de grave fragilidad económica y social. Necesitamos estar más unidos que nunca para enfrentarla y superarla”, señaló el documento “Compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad”, que fue firmado durante un encuentro que encabezó el presidente en el salón “Eva Perón” de la Casa de gobierno.
El documento señaló como uno de los problemas “urgentes” a abordar el del endeudamiento público, que “por su magnitud y la inmediatez de los compromisos de pago” representa un “claro desafío” para lograr una “resolución sustentable”, y en ese marco expresó la “confianza y respaldo a la gestión que ante los acreedores privados y organismos internacionales realizará el nuevo gobierno argentino”.
Puntualizó que “no será la mera negociación de una administración”, sino “una tarea colectiva de todo un país que reclama poner a la producción y al trabajo por encima de la especulación financiera y la fuga de capitales”, y que permita “construir una nación solidaria, desarrollada y justa”.
El texto advirtió que “urgente es, en primer lugar, dar respuesta a la trágica deuda social con los argentinos y argentinas que sufren hambre y problemas de alimentación”, y “ante el aumento abrupto de la pobreza” expresó el compromiso de “contribuir con un esfuerzo extraordinario a la obligación moral de poner en la mesa de todas nuestras familias el pan que a ninguna le debería faltar”.