El gobierno resolvió ayer eliminar los beneficios impositivos que tenía el cuerpo diplomático
para nacionalizar y luego vender los autos importados a través de franquicias, como consecuencia
del escándalo generado por los fraudes realizados a través del sistema de franquicias que entregaba
la Cancillería.
La desaparición de las exenciones fueron presentadas como una
modificación “sustantiva y radical”, ya que de ahora en más los autos que se
nacionalicen deberán pagar los gravámenes normales.
El anuncio fue hecho por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el
canciller, Jorge Taiana, en Casa de Gobierno. Ambos funcionarios informaron que la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto número 235 que establece que, si se quiere
nacionalizar un auto importado con franquicia diplomática, se deberán pagar todos los impuestos que
abona cualquier propietario común de automóviles.
La norma modifica el régimen de franquicias diplomáticas para la
importación de autos que se encontraba vigente hasta el presente, que databa de 1970.
“En los últimos días, a raíz de una investigación que la misma
Cancillería llevó adelante, se han detectado en algunos casos anomalías; en otros, situaciones
abusivas que el régimen permitía, y que dieron lugar a una serie de acciones que la misma
Cancillería impulsó”, señaló el jefe de Gabinete.
Fernández resaltó que “la presidenta aspira que no se vulnere el
principio de igualdad” con el resto de los argentinos.
Luego, el canciller explicó que la nueva reglamentación determina que el
tipo de vehículos que podrán importarse “son los que están de acuerdo con las leyes y normas
de tránsito argentina”.
También se dispone el reempadronamiento de los autos diplomáticos ya
importados, para “dotarlos de una placa que tenga normas de seguridad, que hoy no tienen, el
equivalente a la tarjeta verde” identificatoria de cada unidad.
Taiana subrayó que se apunta a dar “homogeneidad, transparencia,
claridad y simplificación en el trámite, y a eliminar la posibilidad del uso indebido o
fraudulento” de ese tipo de vehículos.
Recordó que merced a la Convención de Viena las representaciones
diplomáticas “tienen facilidades para ingresar al país diversos elementos sin el pago de
impuestos, y esto es lógico, y aceptado en todo el mundo, que tiende a facilitar la acción de la
actividad diplomática”.
Al respecto, Taiana precisó que el régimen que estaba vigente permitía
un sistema de desgravación en plazos que permitía el 60 por ciento de descuento a los dos años de
ingresado, y a los cuatro años se podía nacionalizar el vehículo libre de impuestos.
“Eso queda abolido”, reiteró el canciller y subrayó que
“a partir de ahora todas las personas que quieran transformar un vehículo extranjero que
tiene placa diplomática en uno normal argentino, que pueda venderse en Argentina, deberá pagar
todos los impuestos que pagan todos los argentinos”.