En una tensa reunión con críticas opositoras y fuego interno avivado por Elisa Carrió, el secretario de Relaciones Exteriores, Carlos Foradori, defendió ayer ante la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados las gestiones del gobierno con el Reino Unido por Malvinas y subrayó que la declaración conjunta que se firmó traza una "hoja de ruta" y no es "vinculante".
Tras la polémica que se generó alrededor de esas negociaciones, el vicecanciller señaló que "cada uno de los funcionarios" del gobierno tienen "la camiseta argentina puesta" en relación a la disputa por la soberanía de las islas.
"Es un comunicado conjunto y establece una hoja de ruta y algunas premisas, pero de ninguna manera tiene carácter vinculante porque para eso debería tener un nivel de detalle que no tiene este comunicado conjunto. Y además debería tener firmas", explicó ante la comisión de Relaciones Exteriores, que preside la diputada de Cambiemos Elisa Carrió.
En el encuentro, la líder de la Coalición Cívica volvió a marcar sus diferencias con la política oficial por Malvinas (ver aparte).
En su exposición, el funcionario salió al cruce de las críticas y sostuvo que las gestiones oficiales no constituyen una "aventura de un gobierno" sino que "es algo que viene llevándose a cabo históricamente a fin de que el Reino Unido se siente a discutir" la soberanía del archipiélago.
Sobre los temas de la declaración conjunta, como pesca, hidrocarburos y vuelos desde las islas, Foradori explicó que deberán ser motivo de negociaciones y acuerdos específicos, donde el Congreso tendrá participación, tal como había anticipado la semana pasada la canciller Susana Malcorra.
De hecho, expresó que cualquier acuerdo que se alcance con Gran Bretaña ameritará el debate del Parlamento. Ante los legisladores, el funcionario sostuvo que el desafío del Estado debe ser "tratar de reencauzar un camino que varias administraciones, inclusive la anterior, no pudo resolver".
De todas formas, se excusó por no haber hecho un reclamo más firme y explícito en esta primera instancia de diálogo con Reino Unido al argumentar que "primero hay que generar condiciones armónicas y coherentes".
En este contexto, indicó que las gestiones con el Reino Unido tiene que canalizarse de forma tal de "no enemistarse con quienes habitan la islas", y acotó que "quienes nacen en territorio nacional", que incluye a Malvinas, "son considerados ciudadanos argentinos".
Previamente, la diputada del GEN Margarita Stolbizer se había expresado en esos mismos términos al esgrimir que Argentina tiene que "humanizar la relación" con los que viven en las islas.
El 13 de septiembre pasado, Malcorra anunció el inicio de las gestiones bilaterales, pero aclaró que el entendimiento no incluía la negociación de la soberanía, lo cual desató un tendal de críticas no solo de la oposición sino también de la UCR y la Coalición Cívica, dejando al descubierto grietas internas en la coalición gobernante.
Carrió volvió a marcar sus diferencias con el oficialismo
Foradori y Carrió protagonizaron el momento de mayor tensión de la agitada reunión cuando la diputada tildó de "estupidez" que el funcionario afirmara que Mauricio Macri y Susana Malcorra gozan de "plenos poderes" a la hora de rubricar acuerdos. El duro comentario se dio fuera de micrófono, pero fue escuchado.
Además, Lilita se quejó de la "prepotencia del poder" político por haber tenido que enterarse "por los diarios" del resultado del diálogo con el Reino Unido sin que el acuerdo pasara por el Congreso.
"Es importante señalar que aquellos que tienen plenos poderes para firmar acuerdos son el presidente y la canciller", afirmó Foradori. Contrariada a Carrió se la escuchó decir: "Decile que se calle porque es una estupidez decir plenos poderes", y agregó: "Ni el canciller y el presidente tiene plenos poderes en la Argentina, ni ninguno de nosotros".