La presidencia argentina del G20 y la Cumbre de Líderes celebrada en Buenos Aires probablemente sea el mayor hito en materia de política internacional de la presidencia de Mauricio Macri.
La presidencia argentina del G20 y la Cumbre de Líderes celebrada en Buenos Aires probablemente sea el mayor hito en materia de política internacional de la presidencia de Mauricio Macri.
Después de un año de debates, con más de 60 reuniones preparatorias en 10 ciudades del país donde participaron miles de funcionarios de las grandes potencias, la Cumbre de Líderes del G20, que se realizó el 30 de noviembre y el 1º de diciembre en Costa Salguero, logró emitir un documento consensuado, que fue leído como un éxito tanto dentro como fuera del país.
"El mundo nos ha dado un lugar", consideró Macri al cerrar la cumbre.
Así coronó tres años de su mandato donde buena parte de sus esfuerzos por "sacar a la Argentina del aislamiento" y lograr su "inserción inteligente en el mundo" —según sus palabras— parecieron dar fruto finalmente.
El documento de Buenos Aires logró un amplio acuerdo sobre la necesidad de reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC) —el organismo intergubernamental que regula el comercio internacional— y sobre la urgencia por combatir el cambio climático con políticas concretas.
Ejes declarativos
Además en la declaración están incluidos los tres ejes que la Argentina había puesto como prioridad: futuro del trabajo, infraestructura para el desarrollo y futuro alimentario sostenible. Y se lograron importantes recomendaciones en materia de nuevas tecnologías, educación, lucha contra la corrupción y políticas de género.
Pero Macri también buscó capitalizar las 17 reuniones bilaterales que mantuvo con los líderes más poderosos del mundo, y que le permitieron profundizar su relación con Donald Trump (EEUU), Vladimir Putin (Rusia) o Xi Jinping (China) entre muchos otros.
"En todas (las reuniones) arreglamos cosas en beneficio para los argentinos", aseguró el presidente. Según se informó oficialmente se firmaron 60 acuerdos con diferentes países que incluyen inversiones directas por más de 4.000 millones de dólares en los próximos meses, con proyectos de agua potable, residuos, infraestructura vial y energía, entre otros.
Desde la Unidad Técnica G20, a cargo del titular del Sistema Federal de Medios Públicos, Hernán Lombardi, también destacaron que la cumbre originó ingresos directos por turismo por unos 43.680.000 dólares, si se toma como referencia que fueron aproximadamente 14.000 los visitantes extranjeros que llegaron durante este año, con un promedio de gasto diario de 520 dólares y seis días de permanencia.
El propio Lombardi definió la cumbre como "un hecho histórico" y sostuvo que se trató del "desafío organizacional más importante de nuestra historia".
Desde ese plano, tanto la presidencia argentina del G20 en 2018 como la Cumbre de Líderes —que por primera vez se celebró en Sudamérica— fueron aprovechados por el gobierno para mostrar las bellezas naturales argentinas y promocionar la "marca país" en todas las instancias que pudieron.
Seguridad
En cuanto a la seguridad del G20, quizás el mayor desafío para nuestro país, tampoco dio mayores sobresaltos, si bien como antecedente inmediato estaban los disturbios que impidieron jugar la final de la Copa Libertadores en el Monumental y los ataques con bombas molotov de militantes anarquistas, ambos ocurridos pocos días ambos de la cumbre.
El gigantesco operativo que incluyó el despliegue de 22.000 efectivos de seguridad y dejó sitiada a parte de la Capital Federal, mantuvo a las protestas lejos de los lugares de reunión, y no hubo disturbios. "Pudimos demostrar una convivencia pacífica entre el G20 y los argentinos que tienen otra manera de pensar", consideró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Macri por su parte buscó capitalizar todo esto en su favor, en vísperas de un año electoral donde buscará ser reelecto. "Acaba de concluir una nueva edición del G20. Ha sido un hecho inédito, una enorme responsabilidad, una muestra de apoyo a las enormes transformaciones que están teniendo lugar en la argentina", dijo como conclusión del foro.
Hacia el futuro, aparece el desafío de trabajar para que la agenda que logró consensuar la Argentina durante su presidencia del G20 (y que representa los intereses de las naciones en desarrollo) siga vigente, y no pierda espacio ante los intereses de los países más poderosos.