La única senadora por Santa Fe, María de los Angeles Sacnun, tiene —y tuvo ya en 2018— una posición clara respecto de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Había sido firmante del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y en el debate de hace dos años cuando los 72 senadores nacionales discutieron por primera vez en la historia el aborto en el recinto afirmó: “Las muertes por abortos clandestinos son femicidios por omisión del Estado”. Como lo dijo, lo sostiene y ahora en el tratamiento del dictamen de la media sanción que los diputados dieron a la ley de IVE este viernes, Sacnun anticipa a La Capital que volverá a impulsar la aprobación definitiva de la ley y está convencida que hay “un escenario más favorable que hace que estemos más cerca de la sanción”. Todo indica que además de su posición, Santa Fe esta vez aportará otro voto positivo de la banca que ocupa Roberto Mirabella, el legislador que ingresó en reemplazo del actual gobernador, Omar Perotti, que hace dos años prefirió no tomar posición y se abstuvo; en tanto, Carlos Reutemann también anticipó que no modificará su voto negativo. Más allá de los tiempos de pandemia, la senadora consideró que “está plenamente vigente el debate iniciado en 2018” y auguró que un dictamen del Senado “esta misma semana”.
—¿Cómo analiza ese proceso desde la media sanción de 2018, estos dos años y la discusión parlamentaria actual?
—Ante todo me parece que este debate que vimos en estos días en la Cámara de Diputados fue mucho más respetuoso que el que se dio en 2018, hubo un nivel de respeto mayor tanto en el tramo del tratamiento parlamentario de las comisiones como en el recinto, y creo que también hubo un mayor entendimiento más allá de las contradicciones que hay entre las diferentes posiciones; diría que una mayor comprensión de las opiniones de cada uno de los sectores. Eso es necesario destacarlo y espero que con el mismo nivel de respeto se pueda mantener entre los senadores.
—El proyecto fue ingresado en el cuerpo el mismo viernes por mesa de entradas y la discusión se inicia en las próximas horas...
—Este lunes comienza el tratamiento que se va a llevar adelante en el plenario de comisiones. La comisión de es la Banca de la Mujer, que preside la senadora por La Pampa Norma Durango, y las otras dos son Justicia y Asuntos Penales presidida por Oscar Parrilli y Salud donde ocupa la presidencia Mario Fiad. Este lunes 14, a las 14, está citada la primera reunión del plenario en forma virtual y allí se inicia el debate con la presencia del ministro de Salud, Ginés González García, la ministra de Mujer, Género e Igualdad, Elizabeth Gómez Alcorta y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
—¿Se prevé mayor celeridad en el trámite?
—La idea es que sea más ágil y creo que vamos a estar en condiciones de dictaminar dentro de la misma semana que viene. Estoy convencida de que está absolutamente vigente el debate del 2018, las consideraciones de los diferentes especialistas que participaron en estos días del debate legislativo en diputados están además a disposición de los senadores, y tenemos acceso a esas exposiciones para poder analizarlas y tomar posición.
—El Senado actual tiene una composición diferente a la del 2018 que rechazó la ley. ¿Cree que es este un escenario más favorable para la aprobación definitiva de la ley?
—Por un lado está la nueva composición del cuerpo, pero además se suma el debate que se ha dado históricamente en la Argentina y que claramente hizo eclosión con la emergencia de los feminismos y las diferentes posiciones de las mujeres en los ámbitos de discusión. Todo eso hace que se haya generado transversalmente un cambio de posiciones del Senado en general y que estemos más cerca de la sanción.
—¿Cómo impacta el hecho de que además del proyecto históricamente presentado por las organizaciones de la Campaña Nacional se sume la iniciativa oficial presentada por el Ejecutivo y que sus propias funcionarias sean las que están buscando los consensos necesarios para alcanzar la sanción?
—Lo importante esta vez es la decisión política del presidente no sólo porque la legalización del aborto formó parte de su plataforma electoral, sino además porque quiere decir que hay una decisión del Estado de amparar desde la salud pública a las mujeres y personas gestantes que tienen la definición de interrumpir voluntariamente su embarazo. Y frente a eso asume el compromiso de enviar el proyecto al Congreso y no se corre, sino que toma posición; del mismo modo que lo hace con el proyecto de los 1000 días como ley complementaria que es una clara señal de que no hablamos de un Estado que promueve el aborto como práctica de anticoncepción, sino de un Estado que también acompaña a la mujer que quiere llevar adelante su embarazo, no la abandona y pone el acento en la vida.
—A diferencia del 2018, donde las manifestaciones públicas y masivas, esa marea verde, fue un elemento fuerte de presión, este año la pandemia de coronavirus hizo que fueran más reducidas y que comenzaran a ser presenciales recién en estas últimas semanas. ¿Cómo analiza ese elemento en el marco del debate de estas semanas?
—Hay que tener en claro que seguimos en medio de una pandemia y estamos viendo por estos días lo que ocurre en los países europeos con los fuertes rebrotes y la segunda ola de contagio; sin embargo, este contexto no impidió que se llevara adelante la vigilia alrededor del Congreso, que esta vez también fue más respetuosa entre los manifestantes. En lo que tenemos que hacer hincapié es en evitar el amedrentamiento a las y los legisladores para que todas las voces se puedan expresar.