El juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky prohibió ayer la circulación de 56 automóviles
importados con franquicia diplomática y emplazó a los dueños de los vehículos (entre los que
figuran el futbolista Juan Sebastián Verón y el empresario Gustavo Mascardi) a presentarse ante las
autoridades, bajo amenaza del secuestro de los coches.
Verón (quien dijo haber adquirido una Hummer de buena fe), el
representante de futbolistas Mascardi, así como los propietarios de los restantes 54 rodados,
fueron intimados ayer a presentarse en el término de cinco días hábiles ante el Registro Nacional
de la Propiedad Automotor, donde los vehículos quedarán sujetos a la interdicción de la Justicia.
La medida dispuesta por Aguinsky está enmarcada en una investigación por contrabando que tiene
conexidad con la causa que tramita el juez federal Norberto Oyarbide contra embajadores y cónsules
de distintos países que habrían lucrado con la importación de autos con franquicia diplomática y
fueron denunciados por la Cancillería argentina.
Bajo sospecha. El fiscal Luis Comparatore reclamó a Oyarbide el secuestro de 98 vehículos
pero el juez consideró improcedente la medida, que podría ser aplicada por Aguinsky en caso de que
los dueños de los costosos vehículos omitan presentarse ante el Registro Automotor. Oyarbide espera
que la Cancillería informe si los diplomáticos bajo sospecha se encuentran acreditados actualmente
como representantes de otros países, porque en ese caso deberá girar las actuaciones a la Corte
Suprema de Justicia.
“De haber embajadores con cierto grado de relación con la
investigación, están protegidos por inmunidad diplomática y no podría llevar adelante la
medida”, explicó Oyarbide al referirse a los motivos por los que rehusó secuestrar las
unidades, y al posible traslado de al menos parte del sumario a la Corte.
Según consta en la resolución, Aguinsky prohibió la circulación de 28
Hummer H2, 10 Hummer H3, 7 Porsche Cayenne Turbo, 3 Porsche Cayenne, 5 Porsche Carrera y 3 Porsche
Turbo. La conmoción que generó en el mundo diplomático la difusión de los datos de representantes
de gobiernos extranjeros que son investigados por la Justicia argentina, se amplió en las últimas
horas hacia el fútbol y el empresariado y el tema concitó el interés de la prensa internacional.
Habría constancias sobre la nacionalización irregular de al menos 98 vehículos que, tras ser
adquiridos con franquicia diplomática, ingresaron al circuito comercial interno.
Sin transferencia. Ahora, la Brujita Verón, Mascardi y los dueños de más de medio centenar de
exclusivos automóviles tienen prohibida la transferencia de los vehículos, cuya condición jurídica
deberá preservarse hasta tanto la Justicia investigue la maniobra denunciada por la Cancillería.
“Transcurrido el plazo de cinco días y de no estar debidamente
justificada” la ausencia de los propietarios de los coches ante el Registro Automotor, el
organismo “deberá comunicar” la situación a Aguinsky, “a fin de que se evalúe la
necesidad de proceder a su secuestro como apercibimiento de ley”, escribió el juez.
Aguinsky también ordenó a los titulares de los rodados contratar, con el
tribunal a su cargo como beneficiario, un seguro contra todo riesgo para preservar la integridad de
los vehículos. La prohibición de uso de los vehículos quedará sin efecto luego de que los titulares
presenten el certificado de endoso librado en favor de la Justicia. “Me encuentro en
condiciones de implementar una medida de aseguramiento de prueba, con resguardo de la presunción de
inocencia de que goza toda persona, así como el derecho constitucional a la propiedad privada, pero
que a la vez sirva a las legítimas expectativas del Estado Nacional de percibir los tributos
devengados y supuestamente eludidos”, escribió Aguinsky para fundamentar sus decisiones.
En la mira. Los investigadores tendrían bajo estudio, además, un listado con otros mil
automóviles importados con franquicia diplomática y presuntamente vendidos en el mercado interno,
dijeron fuentes judiciales. Oyarbide, en tanto, pidió informes a la Cancillería sobre la condición
de diplomáticos extranjeros que habrían adquirido vehículos con franquicia. Un escándalo que
amenaza con trasladarse durante todo el período estival del 2008.