El dólar escaló ayer once centavos y alcanzó un nuevo récord al llegar a 16,88 pesos y acumuló en el primer semestre una suba del 4,4%, impulsado por una demanda que se mantiene firme y una persistente caída en el ingreso de divisas de los exportadores.
El billete norteamericano marcó su sexta suba consecutiva, ganó a lo largo de la semana unos 46 centavos y así trepó al nivel más elevado desde la salida de la convertibilidad.
Las habituales compras de fin de mes y el ruido político generado por la cercanía de las elecciones primarias, que significarán un plebiscito a la gestión de Mauricio Macri, fortalecieron la demanda de divisas y la escalada en el tipo de cambio.
También contribuyó a este clima enrarecido la decisión del gestor de índices MSCI de no incluir a la Argentina en su índice de mercados emergentes, lo cual preocupó a inversores y analistas.
Durante el mes se produjo también una inyección al mercado de 92 mil millones de pesos, tras la decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de renovar parcialmente los vencimientos de Lebac, que en gran medida se orientó al dólar.
En paralelo con estos factores que fortalecen la demanda, las liquidaciones de divisas por parte de exportadores se mantiene planchada ya que los ruralistas esperan mejores precios para salir a vender la producción que tienen en stock.
No obstante, con esta nueva suba, quien compró dólares en el primer día del año acumuló una ganancia de apenas 4,6%, contra una inflación que ronda el 12% según las mediciones de consultoras privadas.
"Tal como se anticipaba, el tipo de cambio termina el primer semestre del año en el máximo histórico y sugiere el fin de un proceso de relativa estabilidad cambiaria, que parece comienza a sentir los efectos que siempre se producen en períodos preelectorales", consideró Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambios.
El dólar mayorista subió a 16,63 pesos para la venta, lo que significó una ganancia de 3,29 por ciento en el mes y 4,65 por ciento en el semestre, mientras avanzó 11,46 por ciento en la comparación con el cierre de junio de 2016 (había cerrado a 15,89 en 2016 y a 16,10 pesos en mayo último).
"La intensidad de la demanda se acentuó en el último tramo del día y llevó al tipo de cambio (mayorista) a tocar máximos en los $16,65 por unidad cuando faltaba poco menos de media hora para el cierre de las operaciones", precisó Quintana.
El volumen operado ascendió ayer a 551 millones de dólares en el mercado de contado (spot), mientras en los futuros se transaron 137 millones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y 772 millones en el Rofex (la posición diciembre 2017 subió 0,30%, a 18,12 pesos).
"La demanda de la divisa siguió por parte de bancos, empresas e inversores, en cambios de sus carteras activas que estaban en pesos con buenos rendimientos, pero ante los últimos acontecimientos políticos, económicos (ingresos de préstamos privados y estatales) que ya conoce sobradamente el mercado, hizo que los operadores tomaran nuevas posiciones de portfolios", mencionó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.
Fuentes del mercado mencionaron que el Banco Central no intervino en el Mercado Unico y Libre de Cambios.
Las reservas internacionales cerraron el jueves en 46.997 millones de dólares, según datos provisorios del Banco Central.
En pizarras de bancos y casas de cambio porteña la divisa cerró a $16,85, un alza de 45 centavos ó 2,74% en el mes, mientras que en el segmento marginal quedó a $16,85.