La Cámara de Diputados resolverá mañana en el recinto el destino que tendrá la media sanción del Senado para la coparticipación total del impuesto al cheque y debatirá el proyecto de ley que habilita el llamado matrimonio gay.

La Cámara de Diputados resolverá mañana en el recinto el destino que tendrá la media sanción del Senado para la coparticipación total del impuesto al cheque y debatirá el proyecto de ley que habilita el llamado matrimonio gay.
El acuerdo se alcanzó esta noche en reunión de labor parlamentaria (que participan los jefes de bloques con el presidente del cuerpo, Eduardo Fellner), en que oficialismo y oposición resolvieron primero definir si se archiva la sanción del Senado (cosa que postula el kirchnerismo por considerar que fue aprobada por una mayoría indebida) o se lo gira a comisiones (como quiere los sectores anti-K que consideran valida esa votación).
Se estableció también que ese debate sea breve, para lo cual se dispuso que haya un orador por posición (uno por archivar, otro por girar a comisiones, y puede haber un tercero por la centro izquierda que respalda el giro pero plantea en realidad la eliminación de ese impuesto por estar dirigido en particular a las clases medias y en cambio propone buscar otras formas de financiar a los estados nacional y provinciales).
Al respecto, Fellner aseguró a través de un comunicado difundido esta noche tras la reunión que “no hay que caer en la tentación de creer que la ley del cheque es una solución para las provincias ya que, si saliera aprobada, significaría un desfinanciamiento muy fuerte para el Estado Nacional”.
“Si este proyecto resultara aprobado, de acuerdo a lo que marca la Constitución Nacional, alteraría la regla presupuestaria del año 2010 para el Estado Nacional y éste, al verse privado, tiene que recortar recursos y gastos y esos son los fondos que van para las provincias”, remarcó Fellner.
La reforma de la ley del cheque había sido votada en el Senado por 35 votos opositores, mientras que el oficialismo reclama que ese tipo de norma debe ser aprobada por 37 sufragios, es decir, con una mayoría especial, ya que ese último número implica la mitad más uno de la totalidad del Senado.
El otro tema que promete llevar varias horas de debate y mostrar una división transversal en la mayoría de las bancadas es el proyecto que autoriza el matrimonio de las personas de mismo sexo.
Las estimaciones de varios diputados indican que se puede alcanzar cerca de 120 votos por su sanción, contra un centenar, con la particularidad de que haya numerosas ausencias en el recinto para evitar expresarse en ese sentido.
Muestra de esa compleja situación fue expresada por el radical Oscar Aguad, quien planteó en la reunión la posibilidad de realizar una sesión a puertas cerradas, sin público, cosa que fue rechazada por la mayoría de sus pares de otras bancadas.