La administración de Omar Perotti blandió ayer la reunión del ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad, Roberto Sukerman, con la dirigencia del PJ provincial como un adelanto (la menos pretendido y, de paso, logrado en cuanto a la foto aspirada) de definición de cara a las elecciones. Aunque se trató del mero cumplimiento del cronograma previsto en la ronda de charlas que el titular de la cartera política planteó con los partidos de la provincia en el marco del año electoral y que inició con el socialismo, la imagen buscó valer por todas las palabras: “Los peronistas siguen unidos en la diversidad”, como le gusta decir al presidente del PJ, Ricardo Olivera, quien ayer encabezó la delegación que fue a la Casa Gris.
También para Perotti esa consigna (“todos con los pies dentro del plato”, conforme su versión de entrecasa) fue la principal causa que garantizó el triunfo de su partido en 2019 recuperando el poder que perdiera una docena de años atrás en manos del socialismo.
Y debe seguir siendo la garantía de triunfo en este nuevo año electoral. Por eso ayer, más allá de la formalidad del diálogo, lo que importó fue la imagen. Mostrar que estuvieron todos y que nadie saca los pies del plato. Un dato que conforme los últimos enfrentamientos entre los senadores peronistas díscolos, las polémicas y la salida del ex ministro de Seguridad, Marcelo Sain, y los enfrentamientos con fiscales, no es cosa menor.
Si se contextualiza el dato en que las charlas internas deben dar paso al armado de las candidaturas legislativas nacionales y municipales sin afectar la “unidad en la diversidad”, la gestualidad de ayer adquiere aun mayor relieve. Quizás por eso, una vez terminado el encuentro en su despacho y tras haber despedido a sus interlocutores, Sukerman cruzó raudo hasta el despacho del propio gobernador. No se supo la causa, pero al menos a la prensa que siguió la actividad no le que quedó duda de que el ministro pudo decir “misión cumplida” ante la casi segura pregunta del mandatario sobre cómo había salido la tertulia entre compañeros.
“¿Quiénes asisten?”, preguntó La Capital cuando la reunión recién comenzaba a puertas cerradas dada la fragilidad de los temas de la agenda. “Todos”, respondió exultante una colaboradora del ministro.
Ese “todos” resumió además del presidente Olivera, a la vicepresidenta, Norma López; al vice segundo, Rubén Pirola; la vice tercera, Silvina Frana; además de los secretarios de la mesa ejecutiva partidaria: Armando Traferri, Luis Rubeo, Flor Marinaro, Mery Criado y Facundo Olivera. Es decir, los nombres que sintetizan la conducción de la unidad diversa que les hizo ganar hace dos años atrás la provincia y que ahora tiene el desafío (nada menor) de mantenerse junta y, además, repetir el resultado en las urnas.
Si bien el diálogo a agenda abierta que promueve con los distintos partidos políticos el ministro Sukerman al que convocó apenas asumió pretende ser un sino diferenciador de gestión, una respuesta a las críticas opositoras de la falta de disposición del gobierno al diálogo y los acuerdos, desde ayer sería el escenario del armado interno para las Paso que figuró entre lo conversado y no en cuanto a su calendario porque el PJ provincial acompañaba desde antes la decisión de Perotti de reiterar en el territorio santafesino el mismo esquema que utilice el gobierno nacional. Esto es, realizar los comicios santafesinos en simultaneidad con los nacionales, cualquiera sea la fecha en que éstos sean convocados.
Por tal razón ayer el ministro le dijo a la prensa que desde que se trasladó a la cartera política se planteó “el objetivo de promover el diálogo con los diferentes partidos políticos y así lo estamos haciendo. Esta vez con los compañeros del Partido Justicialista, con quienes abordamos diferentes temas que son fundamentales para la gestión” y de lo general pasó a enfatizar lo realmente importante ayer para el gobierno: “Hoy estuvieron presentes todos los sectores que integran el partido y eso es muy positivo”.
Fue Olivera quien reveló el orden del día tras las puertas cerradas: “Estuvimos charlando sobre el calendario electoral, las Paso y el tema autonomía municipal. Nosotros somos férreos defensores del rol que cumplen municipios y comunas y la posibilidad de extender los plazos. Nosotros aparte de ser un partido político somos el partido del gobierno, así que también hablamos de estrategia electoral y políticas públicas”.
Otra noticia positiva que debió haberle llevado Sukerman a Perotti luego de despedir a la mesa de conducción peronista fue la expresa y decidida presión sobre la Legislatura que ejerciera ayer su pronunciamiento sobre las iniciativas que el Ejecutivo considera importantes paras hacer diferencia y despabilar la inercia pero que están estancadas en los resquicios del Palacio de las Leyes.
“Sabemos que en Diputados hay dos proyectos demorados que son importantes para la gestión del gobernador Omar Perotti, como son las leyes de seguridad y de conectividad. Creemos que más allá de las circunstancias y de las diferencias políticas, que cuando hay decisiones que tienen que ver con la gente, con achicar la desigualdad, con la seguridad; no se puede estar especulando, por eso defendemos fuertemente estos dos proyectos de ley. Nosotros somos minoría, pero esperamos que la mayoría reflexione y se apruebe en el corto plazo”, fue el mensaje de Olivera para avisar a la oposición y disciplinar a los propios.