A días de las elecciones generales en Santa Fe, sostuvo que su espacio tiene "chances de ganar muy bien" y recordó: "Tuve 160 mil votos de diferencia con Lifschitz y 170 mil con Perotti. Lo único que cambio es el nivel de agresividad conmigo y con Anita Martínez, a quien veo ganando, lo noto en la calle”.
“Me llama la atención —continuó— que todos se la agarren conmigo, yo les pido que se peleen entre los otros candidatos. La gente me dice que la hice reír y que los políticos se ríen de la gente. Me tuve que juntar con la gente de la EPE porque dijeron que la iba a privatizar, y los docentes me preguntaban si era cierto que iban a trabajar sábados y domingo”.
En diálogo con "En Profundidad", de Canal 4 Cablehogar, resaltó que su campaña "fue distinta" al resto: "Creo en la gente. Hay que hablar con la verdad, no hay que robar. Dejarte acompañar por los mejores es un buen punto de partida. La gente valoró que yo haya renunciado al Congreso de la Nación, la gente de la política sale a agredirme porque no lo entiende”, aseveró.
Respecto de su posición en torno a la no reelección del gobernador, tal como lo establece hoy la Constitución santafesina, señaló: “Me parece bárbaro que la Constitución impida la reelección del gobernador y no convocaría a una reforma para eso. A lo mejor habrá que ir adaptando leyes que quedaron viejas, pero la renovación es formidable. Los que quedan en el poder durante varios años provocaron la corrupción y la decadencia”.